CORNELLÀ. Esta vez fue en Cornellà, tras la primera victoria a domicilio del Hércules en lo que llevamos de curso y también con él en el banquillo, donde Jesús Muñoz ponía la justa y necesaria sordina a la euforia tras un buen resultado de su equipo.
Además del triunfo, los blanquiazules cerraban por segunda jornada consecutiva un partido con la portería a cero, un dato que el técnico moteño no dudaba en destacar, poniendo también el acento en el trabajo colectivo, "de los once futbolistas que jugaron de inicio y de los que se incorporaron a lo largo del encuentro" y "no solo de la línea defensiva y el portero" (aunque llegó a repasar uno por uno sus nombres y decir que estaba "satisfecho con todos").
"Sabíamos que teníamos que competir, ser un equipo con todas las letras (...) hemos sido superiores al inicio, luego el partido se ha ido igualando (...) cuando el resultado es tan sufrido como hoy tenemos que estar muy contentos", señalaba Muñoz que, eso sí, recordaba también cuál es su rol: "Mi papel es rebajar la euforia; a partir de mañana hay que pensar en el siguiente partido", decía.
El entrenador del Hércules destacaba el partido de "todos", se mostraba contento por el primer tanto de Jona, pero también resaltaba que el nivel al que había rendido Jaime Alvarado pese a no venir jugando.