Magia en Los Pajaritos. Fran Villaba se enfrenta a un reto de madurez en Soria. Tras superar un periodo oscuro que lo apartó de la primera línea de canteranos del Valencia, el curso pasado regresó enseñando sus credenciales de calidad y buen juego. A la ribera del Duero llega un jugador diferente, "un distinto" como dicen los argentinos. Si salva la prueba del Numancia, le aguarda el primer equipo de Mestalla. El Mago del Cabanyal ante su gran truco.
VALÈNCIA. Magia en Los Pajaritos. Fran Villaba se enfrenta a un reto de madurez en Soria. Tras superar un periodo oscuro que lo apartó de la primera línea de canteranos del Valencia, el curso pasado regresó enseñando sus credenciales de calidad y buen juego. A la ribera del Duero llega un jugador diferente, "un distinto" como dicen los argentinos. Si salva la prueba del Numancia, le aguarda el primer equipo de Mestalla. El Mago del Cabanyal ante su gran truco.
-¿Por qué ha elegido jugar en Soria?
-Por dar un paso más en mi carrera. La opción del Numancia me gustó mucho desde el primer momento. Voy a jugar en Segunda división y eso me va a venir bien.
-¿Qué tal lo han recibido?
-Muy bien. Es un ciudad muy acogedora y un club que confía en mí. Piensan en fútbol. Para mí es el sitio ideal. César Palacios, el director deportivo, me ha explicado qué quieren de mí y me ha transmitido su apoyo.
-En Soria se come bien pero va a pasar mucho frío...
-Lo sé pero me abrigaré. Además cuando juegas al fútbol todo lo demás no lo sientes, no importa. Es una experiencia nueva y tengo que sacarle todo el partido. He llegado al Numancia a aportar y a aprender todos los días con el entrenador y mis nuevos compañeros.
-En Segunda los rivales rascan, ¿un jugador con un fútbol de seda como el suyo lo tendrá más fácil o más difícil?
-Mi juego se adaptará a lo que me pida el entrenador. Vivir otro tipo de juego, de fútbol, será positivo para mí. Si tengo que adaptarme a jugar directo en alguna circunstancia, lo haré. De todas formas, el entrenador López Garai no renuncia a jugar el balón. La temporada pasada el Reus jugaba bien con balón e hizo buena temporada. Su metodología de trabajo me gusta y creo que me viene bien. Pero lo que a mí me interesa es crecer como jugador en una categoría superior como la Segunda.
-¿Sabe que su juego guarda cierto parecido con el de David Silva?
-Alguna vez me lo han comentado pero eso son palabras mayores. En algún concepto me parezco aunque somos diferentes. Pero estamos hablando de uno de los más grandes. No me atrevo a compararme con él pese a que me fijo en su juego y en el de Iniesta. Los dos son los jugadores a los que admiro.
-A David Silva le fue bien en el Eibar. Salió con 18 años, usted sale con 20. ¿La experiencia le puede sentar tan bien como le sentó a él?
-Yo tengo que ir a mi bola y no fijarme en él. Ojalá me vaya tan bien esta cesión en el Numancia como le fue a él la suya en el Eibar. Es un jugador espectacular, uno de los mejores del mundo en su posición.
-¿Soria puede suponer para usted lo que supuso Eibar para Silva?
-Tengo que trabajar duro para que eso sea así. Voy a entrenarme fuerte y a tratar de asimilar lo que quiere el entrenador de mí. A partir de ahí ya veremos qué sucede.
-Llegó a coincidir con David Silva en Paterna?
-Hice un entrenamiento con Silva. Yo era infantil de primer año y Unai Emery, que era entonces el entrenador del primer equipo, hizo un entrenamiento con jugadores de la cantera y me llamaron a mí. Aquello fue muy grande y significó mucho para mí. Tengo fotos de aquel día.
-En el filial lo pasó muy mal hasta la llegada de Miguel Grau y, de repente, uno de los mejores jugadores de la cantera, dio la impresión de que se perdía. ¿Cómo asumió aquella situación después de haber entrenado, incluso, con el primer equipo?
-Tuve que ser fuerte de coco. Y conté con el apoyo de mis padres, que siempre están conmigo. Confíe en mí. Conozco lo que puedo dar. Trabajé en el día a día pensando que así cambiaría mi suerte. Estoy muy agradecido a Curro Torres por todo lo que me apretó en el Mestalla. Y luego llegó Miguel Grau, al que también le estaré siempre agradecido. Me dio mucha confianza desde el primer día y salí hacía adelante.
-Le quedan dos años de contrato. ¿El objetivo es jugar en Mestalla la temporada que viene?
-El objetivo es el día a día. Jugar bien y volver a jugar bien. Devolver la confianza que me han dado en el Numancia con buen juego. Ser uno más y ser humilde. Pero, claro, llegar al primer equipo del Valencia es el sueño de todo jugador que se forma en la escuela.