Hoy es 16 de octubre
ELCHE. Muy satisfecho con sus jugadores andaba la noche de este jueves José Rojo Pacheta por las tripas del estadio Manuel Martínez Valero.
El técnico del Elche llegaba a la sala de prensa del coliseo franjiverde con las pilas cargadas, contento con la inyección de "moral e ilusión" que la primera victoria del curso aseguraba que iba a suponer para sus hombres, en su mayoría jugadores que hasta la fecha habían tenido muy pocas oportunidades: "Hemos jugado con hasta diez hombres distintos y ganado (...) demuestra que tenemos fondo de armario, alternativas", decía el entrenador burgalés antes de abundar en el "nivel alto" al que habían estado "los debutantes", llegando a citar, entre otros, a Provencio por su gol o a Jony Ñíguez que no había jugado un solo minuto en lo que llevábamos de curso y cuajó un muy buen encuentro, marcando también, en su caso de penalti.
"Hacemos muchas cosas muy bien durante los partidos y eso es lo que me da mucha fuerza", señalaba un Pacheta para el que, no obstante, no todo era de color de rosa y es que insistía en que a los suyos "les había faltado velocidad, precisión cerca del área y matar el partido", estando muy cerca de pagar en el tramo final del encuentro la ansiedad por lograr el primer triunfo: "No estamos siendo matadores (...) cuando vas ganando hueles la sangre, pero si necesitas conseguir la primera victoria el jugador quiere que el partido acabe antes que ampliar su ventaja con otro gol", sensación profunda que el entrenador del Elche sintetizaba en la expresión "se te sale la cadena".
Acababa de terminar el choque de Copa pero Pacheta aseguraba que ya estaba pensando en el de Liga del domingo: "Ahora nos enfrentamos al Mallorca (...) nos conocemos", decía el técnico franjiverde que pronosticaba un "partido interesante", en el que esperaba que los suyos volvieran a ganar "después de tener muchas llegadas y marcar dos goles" ante el Granada, "un rival que mete miedo, que hace muy bien las cosas, armado y trabajado".
El entrenador burgalés aclaraba que la lesión de Redru, que tuvo que retirarse del terreno de juego en la segunda mitad por problemas en su rodilla derecha, consistía "en un calambre", al tiempo que decía no haberle sorprendido lo visto de Francis, al que se refería como "un chico muy joven que tiene que crecer en muchos detalles pero que para". En la misma línea opinaba de Chuca o Gonzalo Villar, jugadores "también en crecimiento y que a veces están menos frescos, pero son muy buenos" y respecto a los que decía no tener "excesiva prisa al contar con otras alternativas".