¿Qué le pasa a Guedes?

30/11/2018 - 

VALÈNCIA. Gonçalo Guedes no es el mismo que el de la temporada pasada. El lenguaje gestual y corporal del extremo portugués emite señales de que algo no funciona bien en su tren inferior desde que cayó lesionado ante el Barcelona en Mestalla en el minuto 10 de partido. En ese partido, disputado el 7 de octubre, el jugador, defendiendo un balón en la frontal del área del Barça, estiró al máximo los músculos de la zona pélvica. La pierna izquierda se le quedó enganchada y Coutinho le cayó encima de la rodilla. Su generosa acción acabó en una ocasión para su equipo pero él salió del terreno de juego. 

El parte médico que emitió el Valencia al día siguiente señalaba que el jugador padecía una distensión muscular en el aductor izquierdo que lo apartó del equipo, durante cuatro semanas, hasta el partido con el Girona en Mestalla de Liga. En ese partido no se le vio cómodo. Falta de ritmo fue la impresión general pero en los siguientes duelos ha aparecido con cuentagotas y muy lejos de su mejor versión.

Desde su regreso, su rendimiento es deficitario. Ha perdido electricidad, justo la que había recuperado ante el Barça el día en que cayó lesionado, y sólo en pequeños momentos puntuales ha recordado el jugador que fue la temporada pasada. Su potente golpeo del balón, los cambios de dirección en el regate o los cambios de ritmo en velocidad se han perdido este curso. Guedes ha bajado un par de escalones en su rendimiento. Se ha empequeñecido respecto al jugador que era la temporada pasada. Algo le ocurre.

¿Qué le pasa a Guedes? El club, por decisión de Marcelino, esconde las lesiones de los jugadores para no facilitar información a los entrenadores contrarios. La moda del oscurantismo en los partes médicos es habitual en el fútbol moderno. El técnico del Valencia negó que el jugador padezca una pubalgia en el post partido ante el Rayo Vallecano preguntado por la baja forma del jugador. Marcelino dijo que no era una pubalgia "porque yo he sido operado dos veces de pubis y conozco esa lesión". El técnico dijo, en cambio, que el portugués padecía "una descompensación muscular en la zona del pubis".

Sin embargo, el jugador, que ayer cumplió 22 años, tiene todos los síntomas de una pubalgia o hernia del deportista, una de las peores afecciones con las que un futbolista se puede encontrar en su carrera según desveló la emisora valenciana CVRàdio. Al respecto, según la información de que dispone Plazadeportiva.com, Guedes tiene unos aductores potentes y una musculatura abdominal más débil, de ahí la descompensación a la que se refiere Marcelino. En este tipo de lesión el aductor tira hacia abajo, los músculos abdominales hacia arriba y la articulación del pubis, que está en medio, se descompensa porque un lado tira más que el otro.

La patología es una pubalgia pero todavía no es una pubalgia quirúrgica, de ahí las palabras de Marcelino y la interpretación que hizo el técnico de la lesión, aunque Guedes corre el riesgo de que sus molestias actuales desemboquen en la segunda acepción y necesite pasar por el quirófano. 

La decisión del cuerpo médico del Valencia con Guedes es que se someta a un tratamiento conservador. Con la exigencia del Valencia el reposo absoluto no es posible y se va a combinar el tratamiento con fisioterapia y con frío, con un entrenamiento específico y moderado. Otra opción, dentro del tratamiento conservador, es darle descanso y que el jugador no compita. Si se opta por esta solución Guedes en un mes estaría listo. El paso por el quirófano lo alejaría aproximadamente unos dos meses de los terrenos de juego.

El cuerpo médico de la selección de Portugal exploró a Guedes en el último parón internacional. Guedes, convocado para la disputa de dos partidos con su selección, no jugó ninguno por sus molestias musculares en el pubis. El jugador recibió tratamiento de fisioterapia. Los doctores de la federación portuguesa contactaron con los del Valencia y coincidieron en el diagnóstico. Todas las partes llegaron a un consenso respecto al tratamiento conservador.  Si la lesión no se agrava y no desemboca en una pubalgia quirúrgica no se plantearan pasar por el quirófano.

Noticias relacionadas