MURCIA. La karateca Sandra Sánchez, campeona del mundo en 2018 y cinco veces campeona de Europa, ha asegurado que tiene "muchas ganas" de vivir sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio, pero ha remarcado que "eso tiene que ser cuando el mundo entero pueda disfrutarlos" y ha puesto el foco inmediato en el Mundial que en principio se desarrollará en Dubái durante el mes de noviembre.
La toledana, de 38 años -cumplirá 39 el día 16 de septiembre-, es alumna de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), que además es uno de sus patrocinadores.
En una entrevista difundida precisamente por la institución docente la de Talavera de la Reina no ha ocultado que está especialmente ilusionada por estrenarse en unos Juegos Olímpicos, aunque asume que deberá esperar por culpa de la pandemia del coronavirus COVID19.
"Tengo muchísimas ganas de vivir unos Juegos, pero tiene que ser cuando el mundo entero pueda disfrutarlos. Ahora todo nuestro corazón, nuestra mente y nuestra energía debe estar en superar esto y que lo antes posible podamos darnos abrazos", ha apuntado.
La cita de Tokio iba a ser del 24 de julio al 9 de agosto de 2020 y el aplazamiento la ha llevado al periodo que va del 23 de julio al 8 de agosto pero de 2021. Ese cambio de planes afecta a la preparación.
"Cambia un poco evidentemente y el punto alto de forma en la temporada no estará en julio y agosto de este año, que eran las fechas de los Juegos, sino ya en noviembre que es cuando tendrá lugar el Mundial en Emiratos Árabes y espero que este campeonato sí se celebre", ha comentado Sandra Sánchez, quien ha añadido que "ahora toca una carga de trabajo mucho más intensa al no haber competición y habrá que alargarla para llegar al Mundial al 100%".
Con respecto a cómo está llevando el confinamiento en casa que es obligado por la expansión del coronavirus, ha reconocido que es una afortunada.
"De momento no me está costando mucho y tengo los horarios más o menos igual que en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Tengo la suerte de contar con un tatami en casa y, además, mi pareja es también mi entrenador", ha contado.
"Mantenemos tres horas de entrenamiento por la mañana y otras dos por la tarde y los ratos libres los dedico a leer y a estudiar", ha concluido.