VILA-REAL. Ocho jornadas después vuelve a sumar de tres un Villarreal que, dirigido y orquestado por la batuta de Gerard Moreno y protegido por un Sergio Asenjo que detuvo una pena máxima, supo sufrir en ciertos momentos de la segunda mitad en los que el Eibar apretaba en busca del empate.
El choque se le puso de cara desde el primer minuto al Villarreal. La sala de máquinas le funcionó a primeras de cambio y una buena combinación entre Parejo, Gerard, y Moi, que definió con un disparo raso, sirvió para adelantar a los de Emery. Tras diez minutos iniciales muy frenéticos, en los que cada equipo dispuso de una aproximación, Inui para los locales con un centro que se envenenó y Bacca para los visitantes con un tímido intento desde fuera del área, el ritmo bajó de marcha.
El club ‘amarillo’ quiso mandar en el verde y fue fiel a su estilo de juego intentando salir con el balón jugado desde atrás, a lo que el Eibar respondió con una presión muy alta. En una de esas, Bryan Gil le robó la cartera a Trigueros y los armeros se toparon con un magnífico Asenjo que intervino hasta en tres ocasiones, aunque posteriormente se anularía por fuera de juego. El Eibar enseñó los colmillos y apretó en busca de un gol que igualara el partido, pero sus centros laterales no llegaban a buen puerto.
Cuando mejor estaba el Eibar y más estaba sufriendo el Villarreal, que no conseguía hilar el juego, un jarro de agua fría les cayó a los locales, que vieron cómo José Ángel tenía que abandonar el terreno de juego por lesión y cómo Bacca culminaba un pase milimétrico de Gerard tras una pérdida de balón de Burgos que aprovechó Trigueros.
No pasó mucho tiempo hasta que el central argentino del Eibar pudo remediar su error anterior transformando un penalti que Medié Jiménez la señaló a Estupiñán, tras haberlo revisado en el monitor, por golpear el balón con el codo. Pero Asenjo de nuevo salvó a los suyos y se lo detuvo con los pies a un Burgos que definió flojo por el centro.
Ya en la segunda parte Mendilíbar consiguió revolucionar a su equipo dando entrada a Kevin Rodrigues y a Sergi Enrich por Inui y Aleix García. Avisaban por primera vez los armeros con una aproximación peligrosa que Foyth rechazaba cuando Asenjo había salido de su zona.
A la segunda recortó distancias el Eibar con un gol muy suyo. Recuperación arriba después de una presión muy alta y disparo de Sergi Enrich que entró por la mínima después de que el balón se le escurriera a Asenjo.
Siguió llegando con peligro el conjunto armero y Emery se vio obligado a dar entrada a jugadores de refresco para voltear la dinámica del partido. El técnico vasco metió a Chukwueze, Pedraza y Mario, que volvió tras lesión, por Costa, Bacca y Moi para tener a un jugador más en el centro del campo y controlar así un partido que poco a poco se iba convirtiendo en un correcalles.
Los cambios le funcionaron al Villarreal y, además de frenar las emboscadas locales, pudo aumentar la diferencia de goles en dos ocasiones muy claras de Gerard y Trigueros pero Dmitrovic intervino de manera crucial en ambas para salvar a los suyos. Poco después, a falta de diez minutos, Capoué vio roja directa tras una entrada desmesurada con la plancha por delante y se marchaba al vestuario antes de tiempo dejando a su equipo con diez jugadores.
Ya con el Eibar volcado al ataque y el Villarreal que achicaba agua, Gerard, que jugó un partido muy completo, volvió a filtrar un pase decisivo que dejaba a Pedraza solo contra Dmitrovic. El portero serbio adivinaba la primera pero no pudo con la segunda y el tercer gol subió al marcador en Ipurúa para darle tranquilidad a un Villarreal que vuelve a ganar tras ocho jornadas y ahogar a un Eibar que se queda otra jornada más en puestos descenso.