OPINIÓN 

Vuelva usted mañana

Para un equipo que había convertido la Liga en un paseo Militar, cuatro encuentros consecutivos sin tocar pelo son demasiados, como demasiados son los puntos que Setién le ha recortado a Marcelino en el último mes y la del sábado vuelve a ser una buena ocasión para no fomentar inquietud alguna, solventando la temporada con sobresaliente porque esta campaña, se consiga el objetivo esta noche o se consiga en el último suspiro de la Liga, es de sobresaliente.

5/05/2018 - 

VALÈNCIA. El romanticismo nos dejó en el Siglo XIX, entre otras muchas joyas, el ‘Vuelva usted mañana’ de Mariano José de Larra donde relataba las vivencias de un francés que venía a invertir en España pensando en que solventaría sus asuntos en un breve espacio de tiempo y marchó desesperado al chocar con la perezosa burocracia local y harto de toparse con la dichosa frasecita: "vuelva usted mañana". 

Y algo similar le ha sucedido al seguidor valencianista tantas veces presto a la celebración que se ha visto obligado a posponer. Pero todos los incómodos aplazamientos pueden ver su fin esta misma tarde, allá a las seis. Más o menos a esa hora el Valencia podría tener ya certificada su presencia en la Champions para la próxima temporada incluso sin jugar su partido. Algo que sucedería si el Athletic Club de Bilbao es capaz de doblegar al Betis o incluso empatar en San Mamés, con independencia de lo que puedan hacer o no los de Marcelino en La Cerámica unas horas más tarde. 

Pese a ello, ya son varias -quizá demasiadas- las oportunidades desaprovechadas en fechas recientes -alguna de ellas de manera incomprensible- y no sería bueno especular con el resultado de San Mamés y sí centrarse en ganar en Villarreal de la misma manera que el Submarino centrará todos sus esfuerzos en ganar el partido sin pensar demasiado en lo que pueda hacer el Getafe mañana porque la victoria les otorgaría al pasaporte a una nueva edición de la Europa League. Para un equipo que había convertido la Liga en un paseo militar, cuatro encuentros consecutivos sin tocar pelo son demasiados, como demasiados son los puntos que Setién le ha recortado a Marcelino en el último mes y la del sábado vuelve a ser una buena ocasión para no fomentar inquietud alguna, solventando la temporada con sobresaliente porque esta campaña, se consiga el objetivo esta noche o se consiga en el último suspiro de la Liga, es de sobresaliente. 

Y la de hoy vuelve a ser una oportunidad perfecta porque -como siempre- hay tres puntos en juego, lo es por la tradicional rivalidad con el submarino amarillo y lo debe ser para Marcelino por ser allí, en Villarreal, donde vio truncada su presencia en un banquillo Champions habiendo llevado al equipo hasta la mismísima puerta de la mejor competición por equipos del Mundo pese a que, como era de esperar, el técnico asturiano optase ayer en rueda de prensa por quitar hierro al asunto.

En Villarreal han apretado el acelerador en las últimas jornadas para ganarse su presencia en Europa y cerrar satisfactoriamente una temporada más que dubitativa y no exenta de sobresaltos y qué mejor rival que el Valencia para lograrlo ante su parroquia. Siendo importante para el Villarreal jugar en Europa -que obviamente lo es-, todavía lo es más conseguirlo venciendo al Valencia en su estadio de Cerámica donde tres puntos ante el vecino siempre tienen un sabor especial. El partido de esta tarde genera una rivalidad preciosa y, con tanto en juego para ambos contendientes, promete fuertes emociones. 

En lo concerniente al Valencia… la verdad es que, desde que vimos la clasificación en el bolsillo, todos hemos puesto el foco en la planificación de cara a la siguiente campaña dando por hecho que el trabajo ya estaba concluido. Y lo hemos hecho los medios de comunicación -entre otros- , fundamentalmente, porque ya se están produciendo movimientos importantes en dicho sentido -como no podría ser de otra manera- desde el propio club y no podemos mirar hacia otra parte, y también en cierta medida porque parece avecinarse la enésima revolución del Proyecto Lim debido a la situación económica, pero la presa no ha sido todavía cobrada y no convienen más aplazamientos.

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