VALÈNCIA. A Baraja se le acaban los argumentos en el banquillo del Valencia CF. La derrota del pasado viernes en Mallorca reabre la brecha de una herida que no para de sangrar a lo largo de la temporada. Después de coger aire con la victoria ante el Betis con diez minutos fulgurantes, la realidad del Valencia CF reapareció, una vez más, lejos de Mestalla.
Después de casi cuatro meses de competición, Baraja sigue sin dar con la tecla para solucionar diferentes problemas que viene cometiendo su equipo y que acaba traduciéndose en pérdida de puntos. Con la derrota en Mallorca, el Valencia CF acumula siete meses y medio sin ganar a domicilio en liga.
"Hemos hecho un partido serio, igual no para ganar, pero sí para tener opciones de sumar, que es nuestro camino, saber que en el sufrimiento de estar ahí bajo y sumar fuera de casa siempre es positivo y nos ayuda en la inercia y hoy no hemos sabido gestionar el resultado", explicó el 'Pipo' al finalizar el choque.
Pese a realizar una actuación más seria en Mallorca, el Valencia CF no ha dado síntomas de ser superior a su rival en ninguna salida esta temporada, ya que tanto en Getafe como Leganés sufrió hasta el final para sacar un punto.
Además, del paupérrimo rendimiento lejos de Mestalla, Rubén Baraja tampoco ha podido solucionar la capacidad de su equipo para sostener las ventajas o para dejar de encajar en la recta de final del primer o segundo tiempo. Ni con cuatro, ni con cinco defensas. Hasta seis veces ha encajado en el tiempo añadido esta temporada, incluso cuando había logrado ponerse por delante en el marcador. Baraja apela al "carácter, actitud y concentración", pero el equipo no logra encontrar el camino para amarrar los puntos.
"Se cambia con mentalidad, carácter, actitud, con querer estar, con concentración, intensidad, con vivir el partido. Insistimos mucho en minutos finales, inicios de partido y reinicios y hoy nos ha penalizado mucho", incidió el técnico.