VALÈNCIA. Ha llegado el primer soldado de la era Bordalás. Un mariscal paraguayo que viene a infundir respeto en la zaga valencianista. Sudamericano y peleón, llega con el aval del técnico y es inevitable esbozar una media sonrisilla de felicidad o tranquilidad. No es para alzar las campanas al vuelo, pero da cierta calma saber que Bordalás tiene más poder y conocimiento de la situación de lo que creíamos.
Al “mariscal” Alderete –no lo vamos a negar- no lo conocíamos ninguno como tal. El comandante Bordalás sí, y el club le ha hecho caso en la petición de firmar a un central de esas características. Podemos discutir lo de las cesiones con opción de compra posterior y las operaciones con ingeniería financiera, pero el mercado no está para despilfarrar pasta como antaño. Si lo ha pedido Bordalás, y viene, como si es a cambio de un amistoso de pretemporada –anda, como lo del Getafe-.
Mirad, yo prefiero un millón de veces que fiche Bordalás a que fiche Anil Murthy. No hay vuelta de hoja. Me pueden contar la historia de que los entrenadores no deben fichar, que si los tiran se queda un equipo de otro, que no tienen capacidad… vale bien, todo eso en un club normal sí, en este Valencia CF que nos toca vivir y sufrir, evidentemente no. Aquí, si lo pide el Míster, va a misa, porque es a lo que nos aferramos ahora mismo como un clavo ardiendo hasta que los resultados en cada batalla digan lo contrario.
Por eso, creo que es una buena noticia que le hagan caso al entrenador en cosas como la incorporación de Omar Alderete. Y entiendo que es un gran paso adelante que el club se esfuerce por satisfacer a Pepe Bordalás en hacerle un ejército futbolístico y un entorno deportivo lo más adecuado posible –con campaña de abonos incluida de la que ya hablaremos-. No sé si han cambiado algo por las críticas, protestas, exigencia o debacle de la temporada pasada, pero la realidad es que se ha visto otra manera de actuar. Para los haters de cualquier bando, decirles que alegrarse de algo no es celebrarlo. Me puedo alegrar que le vaya fenomenal a mi ex, pero no voy a celebrar si echa un polvo con otra persona.
Así que creo que es positivo que el Valencia CF, que ha agilizado los procesos derivados del OK de Lim –por fin-, quiera o intente armarle un equipo a la imagen y semejanza que merece el técnico alicantino. Sobre todo porque así no caeremos en la trampa de la temporada pasada, con los mercados de verano e invierno. En el periodo estival más calamitoso que recuerdo como valencianista donde no hubo fichajes; y en el invierno donde trajeron tres jugadores que el entrenador no quería ni en pintura.
La gran pregunta es ¿Cómo de chungas debían estar las cosas el año pasado para ni siquiera atender al entrenador en alguna de sus peticiones? No lo sé y, a este paso, nunca lo llegaremos a saber. Solo sé que Bordalás, parece hacerles más gracia que el propio y extinto Javi.
Y eso que el Valencia CF va a vender jugadores, no nos engañemos. El club va a hacer ventas de futbolistas que puedan tener una repercusión en el mercado –quizás no tan hardcore como el año pasado-. Pero que haya incorporado a un futbolista antes de sacar a otros es algo que me da un mínimo de esperanza. Solo espero que Bordalás tenga el suficiente peso como para determinar qué jugadores son intocables y cuáles tienen margen para salir. Porque, si Bordalás está al mando, yo me sumo a sus milicias. Yo me voy a la guerra con Bordalás.