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¿A qué aspira el Valencia CF?

8/06/2021 - 

VALÈNCIA. ¿A qué aspira el Valencia CF? Incluso en los años más oscuros (hablo de las dos últimas décadas, para no irme tan atrás) que tuvimos que vivir con Soler y Compañía a la cabeza, uno sabía bien cierto a qué aspiraba el club, con sus limitaciones, sus yerros, sus agonías internas, sus puñaladas y todo lo que quieras ponerte por delante. Uno sabía, claramente, que el equipo saldría a ganar una plaza europea y, dependiendo del año, esta plaza podría ser Champions o Europa League. Luego, el baloncito, ese pequeño ente caprichoso, decidía a qué lado ibas a caer o si el tropezón era muy grande (por entonces quedar séptimo u octavo era un fracaso enorme y hoy en día lo hemos naturalizado) o muy pequeño o si, en cambio, la cosa había acabado exitosamente.

Fuera como fuere, te sumergías en la esperanza y el optimismo (verano de refuerzos, cambios por aquí y por allá para dar solución, etc.) antes de comenzar una temporada. Había una idea, que tenía al Valencia CF como único centro, por encima de aciertos o chapuzas, que las hubo, y muy gordas. Hoy, dentro de esta constante decepción y este peregrinar cárdeno del club, me sigo haciendo esta pregunta sin contestación alguna. Solo tengo intervenciones del responsable de Meriton Holdings en el club, soltando barbaridades cada vez que le destensan la correa. Entonces te das cuenta de que no hay realmente respuesta a dicha pregunta, porque el fútbol es, para ellos, secundario; porque los aciertos no son para el equipo, sino para el máximo accionista, ya que se ha montado aquí un club de camaleones para que así sea, constantemente. No es que no haya proyecto, es que no se aspira a nada más que a satisfacer los apetitos lúbrico-económicos de quien tiene el 81 % de las acciones, ni más ni menos. A eso se aspira: a que nada resulte lesivo para Peter Lim, aunque por el camino caiga el propio Valencia CF, tras haberlo exprimido claro, porque si no se le saca el jugo antes entonces Lim pierde y no se trata de eso.

El Valencia CF aspira a hacerse sostenible, pero no desde la planificación, el acierto y la precisión, sino desde la imposición y la represión. A esto aspira el club, que no el equipo. A partir de ahí, la plantilla que tenga Bordalás dará un resultado u otro, se le podrá exigir unas cosas u otras y, sobre todo, se exigirá a sí mismo unas cosas u otras. Todo depende, claro. Lo que sí detecto es que muchos futbolistas no ven, desde dentro (y eso sí preocupa) dirección alguna hacia ningún sitio: son jugadores que aspiran a jugar Eurocopas o Mundiales y competirlas… ¿cómo les vas a proponer como objetivo el mantenerse en primera división? Claro que son, en muchos casos, contratos elevados y más aún cuando ves qué prestaciones tan pobres te dan, pero ¿acaso no estaban ellos en la gestión cuando se hicieron esos mismos contratos? ¿No ven que los patrocinadores están saliendo a todo correr porque no quieren asociar su marca a un equipo perdedor que, además, se mete en líos constantemente?

Todo nos lo jugamos ¿a la carta de un líder en el banquillo? Pues si el conocimiento del fútbol de Murthy se resume en esta idea pasada por Brandy entonces que fiche a una activista, a un/una político o al gracioso del barrio al que todos y todas quieren porque tiene eso que se llama carisma. Creen, desde esa supina ignorancia, que como ellos creen en su señor líder entonces todo se resume en eso y que todo lo demás puede albergar cualquier nivel de mediocridad: igual da poner un gestor mediocre (como es el caso) porque el líder todo lo arregla. Por esa regla de tres, igual da tener futbolistas mediocres que el líder/míster todo lo arregla. Pues va a ser que no, la verdad. Es fundamental tener un gran capitán en el banquillo y, en este caso, el Valencia CF lo tiene, sin discusión alguna. Pero él no tendrá que meter un buen centro, ni dar un buen pase, ni evitar penaltis absurdos con la mano o con lo que sea, ni replegar bien, ni defender mirando, ni meterla en la red, etc. él no hará esto: pondrá los medios para que el equipo que juegue tenga más opciones de tener éxito en todo ello, pero al final, lo que pesará será la calidad de la plantilla y te llegará hasta donde llegue. Por eso, en su día, el Valencia CF acabó jugando la Champions y el Getafe de Bordalás la Europa League: ese es el factor diferencial.

Me sigo preguntando a qué aspira el Valencia CF porque volveremos a tener una temporada más en la que nadie salga a decirlo claramente: solo el técnico ante los micros y todos parapetados detrás de su espalda. Que salga Murthy y que lo diga; que salga el responsable de la parcela deportiva (si lo hay) y que lo diga; que salga Lim y que lo diga o que salgan los capitanes y que lo digan. No es Bordalás quien debe decirlo porque a él le han traído para conseguirlo, no para proyectarlo. Bordalás acostumbra a dirigir equipos valientes y aquí, en el Valencia CF, hay demasiados cobardes en diferentes sitios. Sin transparencia, sin honestidad, sin responsabilidad, sin gallardía y sin comunicación ¿a qué aspira el Valencia CF? En el fútbol, la calidad se mide de muchas maneras, no lo olviden.

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