VALÈNCIA. El Villarreal logró una victoria importante en Pamplona este fin de semana, aunque en este partido, el equipo castellonense volvió a llenar su enfermería de jugadores lesionados o con problemas físicos, una circunstancia que está marcando el periplo de Quique Setién al frente del equipo.
Una plaga de problemas que no es la primera en esta campaña, pero que sobre todo vuelve a afectar y a complicarle las cosas al técnico, que no ha tenido tranquilidad en este aspecto desde que llegó al equipo.
Así, entre los meses de diciembre y enero, Setién vio como caían lesionados jugadores importantes como Alfonso Pedraza, Nico Jackson, Francis Coquelin, Gerard Moreno y al que se les sumaba la lesión de en noviembre del internacional argentino Gio Lo Celso.
Una racha de más de mes y medio de la que ya aparecía salir el equipo, ya que contaba con la recuperaciones de Pedraza, Lo Celso Jakson o Gerard Moreno. Justo cuando parecía que el club recuperaba buenas sensaciones, este partido en Pamplona ha vuelto a complicar las cosas muchísimo.
El Villarreal salió del campo navarro con tres jugadores lesionados más y uno con molestias que habrá que ver su evolución. Son los casos de Gerard Moreno, Raúl Albiol y Alfonso Pedraza, con problemas musculares el primero en el gemelo izquierdo, por lo que se le realizarán pruebas médicas en las próximas 72 horas; con molestias en la rodilla segundo de las que se espera evolución, y con una fractura del tabique nasal el tercero.
La buena noticia es que el cuarto lesionado Ramon Terrats, parece que se lo del campo más por cansancio y agotamiento que por una lesión como tal.
A estos tres jugadores lesionados, se suman las bajas de Francisco Coquelin y Étienne Capoue, el primero ha dicho adiós a la temporada, mientras que el segundo todavía le quedan unas semanas para recuperarse.