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A tiempo de todo

22/12/2021 - 

VALÈNCIA. El Valencia CF dio un golpe encima de la mesa con la victoria en el Ciutat y se subió al tren de Europa. Con la trabajada victoria ante el Levante UD, el conjunto de Mestalla se pone a tiro de piedra en la pelea europea y los jugadores se marchan de vacaciones con los deberes hechos sabiendo que están a tiempo de todo.

Porque dentro del vestuario ya no es un tema tabú y son cada vez más los que creen que el equipo puede llegar a cumplir algo que hace solo unos meses era una utopía. De hecho el propio Carlos Soler hablaba de ello en la zona mixta “Estamos en la pelea, queríamos encadenar tres partidos seguidos ganando y lo hemos hecho. Nos acercamos a los puestos Champions que es donde siempre ha estado el Valencia y donde debe estar y aunque no es un objetivo para ponerse ya sí lo es para ilusionarse”.

¿Ilusión? ¿Europa? ¿Puede el Valencia CF llegar a competición europea? No lo sabemos, pero este equipo está a tiempo de todo. Y lo está porque el grupo no arroja la toalla y va a luchar por ello hasta el final. En el vestuario hay una unión y conjura -o como queráis llamarlo- para remar todos a una y hacer pleno de victorias en este final de 2021. Tanto es así que lo de volver el día 29 fue un reconocimiento del staff a la labor de desgaste que ha hecho la plantilla consiguiendo salvar los tres puntos en partidos como el del Levante UD, donde el equipo albergaba hasta 8 bajas. Merecido premio a una plantilla tras conseguir tres victorias consecutivas en Liga con los compromisos coperos de por medio.

Pero el artífice tiene nombre y apellidos: José Bordalás. Ha conseguido –junto con su cuerpo técnico- enganchar a los que juegan y a los que no; a los que atraviesan su momento dulce con los que no lo tienen tanto; y, lo más importante, aislarles de todo el ruido externo a lo que pase en el verde.

Ese es uno de los grandes éxitos de este staff que, más allá de exprimir al máximo a los futbolistas para sacar su mejor versión, ha conseguido que no se sientan influenciados por lo que pueda pasar en el entorno del club. Conscientes de todo ello, pero sin desviarse de su objetivo -lo que pase en el césped-  los futbolistas están trabajando para conseguir aupar al equipo a la parte más alta de la clasificación e intentar no desviarse con los mensajes que pueda haber en el club o en el entorno. Algo que debería ser lo normal pero, sin embargo, el año pasado no ocurría y la plantilla quedó expuesta a las primeras de cambio con el amago de salida del entrenador y las discrepancias con Meriton.

Pero este año, con un plan trazado por el cuerpo técnico basado en la confianza en el futbolista, la tensión en los entrenamientos y la versatilidad en el sistema, se ha conseguido que muchos jugadores se sientan más cómodos que en pasadas campañas. Son muchos los ejemplos de futbolistas como Guillamón, que está brillando a un muy buen nivel de central y su reconversión a medio centro; Guedes que está cumpliendo su labor ofensiva con buenos números; o la aparición de Hugo Duro participando desde la banda o en punta, hacen ver que Bordalás no se casa con ningún esquema y que son los futbolistas los que también tienen voz y voto a la hora de aportar virtudes al juego y plan de grupo. 

El primer paso está dado. El equipo se ha colocado en una situación ventajosa en la clasificación para afrontar la segunda parte del año con posibilidad de conseguir el premio europeo.

El club es ahora quien debe hacer un esfuerzo por traer los refuerzos necesarios –uno por línea- para no pasar apuros ya que la segunda vuelta va a ser complicada. Bordalás se ha ganado por derecho propio y a base de resultados el poder elegir quién viene, por quién se negocia o qué jugador debe salir.

De esta manera, un central para completar lo que ya hay y superar alguna posible adversidad es algo de carácter primordial. La reaparición tras la lesión de Paulista o la posible sanción de algún otro central puede comprometer a la zaga y el equipo no debe tirar por la borda todo el trabajo realizado hasta la fecha. Un centrocampista box to box capaz de abarcar gran parte del terreno de juego en labores ofensivas y defensivas para así liberar a jugadores como Soler o Guillamón cuando sea necesario. Y para acabar un delantero o jugador de carácter ofensivo  que tenga ganas de reivindicarse a base de goles y así ayudar al equipo.

Solo pedimos que no bajen los brazos, que no se den por vencidos y que sigan cumpliendo la premisa que vaticinó Bordalás en su presentación: “la afición saldrá contenta de Mestalla”. Seguramente se podrá mejorar el juego, la imagen o subsanar los errores  existentes, pero el ADN de esta plantilla debe seguir siendo el sacrificio y lucha.

Cinco partidos sin perder, tres victorias consecutivas y de lleno en la pelea por entrar en Europa.  El Valencia CF está a tiempo de todo.

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