VALÈNCIA. Angel Abelardo González Bernardos, nos ha dejado después de una larga y cruel enfermedad. La noticia no por esperada dejó de causarme un gran dolor. Resulta curiosa la poca capacidad que las personas tenemos para mentalizarnos y aceptar la muerte de un gran amigo o un familiar. Siempre le llamé Angel, tal vez como símbolo de su gran humanidad, de su carácter sentimental, dónde con mucha facilidad aparecía en sus ojos, la emoción ante cualquier tipo de conversación seria.
Abelardo en su faceta deportiva fue un gran portero. No un estilista, no un portero "bonito", pero tremendamente práctico y eficaz. Siempre he mantenido que entre el jugador y la persona, existe una indudable interrelación. Abelardo era así, directo, sincero y rectilíneo. Una persona sobria que tanto dentro como fuera del terreno de juego evitaba y huía de las espectacularidades inútiles. Su Asturias natal , formaba parte de su carácter claro y contundente, sin concesiones baratas.
Fuimos compañeros en la Casa Blanca , el en el primer equipo y yo en el segundo, pero esta diferencia nunca supuso un obstáculo para la amistad entre alguien sencillo y modesto como él, y un servidor. Después esa relación, se solidificó cuando ya en la fase final de su trayectoria deportiva, vino al Cuart de Enrique Valero., dónde acabó su carrera profesional.
Angel Abelardo González Bernardos, descansa en paz.