opinión

Acariciando la Champions ante el Deportivo Alavés

El Valencia vuelve a ser un equipo comprometido y complicado y ese mérito recuperado debemos agradecérselo a partes iguales a Alemany y Marcelino, dos tipos que sí saben de que va esto del fútbol español...

16/03/2018 - 

VALÈNCIA. La palabra clave es once puntos. Once puntos separan al Valencia del Sevilla y por lo tanto de la Champions de forma definitiva -aunque para mi ya no está- y once puntos separan al Deportivo Alavés de la Unión Deportiva Las Palmas y de alguna manera todos damos por sentado que la salvación del Deportivo Alavés es ya un asunto prácticamente liquidado. En ambos casos los dos equipos que se enfrentan mañana sábado en Mestalla parece que tienen los deberes ya realizados. Uno en Champions y el de Abelardo salvado. Así las cosas, y en plenas fallas, nos encontramos con un duelo vespertino -se juega muy pronto- de escaso interés para el aficionado en general pero sí de un enorme valor para celebrar por todo lo alto la enorme Liga que ha realizado ese año saliendo de la penumbra y la tristeza en la que nos tenía sumidos en los últimos tiempos. El Valencia, al fin y al cabo, ha regresado a sus orígenes y de la mano de Alemany nos hemos colocado en el lugar que nos corresponde. El Valencia vuelve a ser un equipo comprometido y complicado y ese mérito recuperado debemos agradecérselo a partes iguales a Alemany y Marcelino, dos tipos que sí saben de que va esto del fútbol español.

YO LO VOY A CELEBRAR

Pese a la prudencia de no cantar victoria yo sí lo pienso celebrar mañana por todo lo alto. Acabo de ver el triunfo del Barcelona en la Champions y he sentido envidia y cariño a pares iguales. Envidia por no estar ahí todavía. Y cariño porque sí sé que el año que viene nos toca a nosotros con todas las de la ley. El Valencia ha cumplido y es bueno celebrarlo como se merece. Con prudencia y gratitud. Pero con una enorme alegría por el brutal cambio que se ha producido.

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ

Ahora bien, debemos pensar ya en el futuro y ese implica volver a hacer un trabajo tremendo desde los despachos. Tenemos unas carencias tremendas para afrontar la Champions y la Liga con garantías y eso significa hacer un trabajo enorme sin olvidarnos de la multa europea que parece que esta vez sí, que ya la tenemos prácticamente adjudicada. El trabajo de Alemany y Marcelino -sin olvidarnos en este caso del recién incorporado Longoria- se antoja inminente e importante. Inminente porque el futuro hay que planificarlo desde ya incluso antes del duelo de mañana ante el Deportivo Alavés. E importante por una razón obvia: el futuro del Valencia del año que viene ya ha comenzado. Y eso implica ponerse a planificar ya a falta de diez jornadas para finiquitar la temporada y pensando que este año hemos tenido una buena plantilla pero excesivamente limitada. En cuanto hemos tenido que disputar Copa del Rey y Liga se han mostrado las carencias de esta plantilla. Una plantilla que es tan interesante como escasa. Y eso es lo que nuestros tres hombres buenos -Alemany, Marcelino y Longoria- deben planificar ya desde ayer pensando en el mañana. Y oigan, yo sí que creo. Estoy convencido de que lo van a hacer. Y eso me produce un optimismo tremendo. Creo, entiendo, que nos espera un gran Valencia... y ese mérito sí que es realmente importante.

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