Agapito Iglesias alega que se dio una "prima por la permanencia" a los principales jugadores

VALÈNCIA. El expropietario y expresidente del Real Zaragoza Agapito Iglesias ha señalado este miércoles que los 965.000 euros que presuntamente sirvieron para amañar el partido que enfrentó en 2011 al club maño y al Levante y cuya victoria sirvió a este equipo para salvar la categoría se entregaron a los jugadores que la Secretaría Técnica consideraba los más importantes del equipo a modo de "prima por la permanencia" en Primera División.

Iglesias ha defendido que estas entregas dinerarias tenían el objetivo de "motivar a los jugadores" y, dado que no podían pagarles las nóminas por la situación económica preconcursal del club, la directiva y la plantilla acordaron pagar a los futbolistas "primas después de los partidos en función del resultado". "Se acordó una prima por la permanencia. Se me transmite desde la secretaría que habría que motivar a determinados jugadores que son los que llevan el equipo y se habla de una cifra cercana al millón de euros", ha apuntado.

Así lo ha explicado el antiguo dueño del club aragonés, que ha comparecido como acusado en la segunda sesión de este proceso en el que se juzga el presunto amaño del partido disputado en 2011 entre el club maño y el Levante. Con la victoria en este encuentro, el que el equipo aragonés logró evitar el descenso de categoría y fue el Deportivo de La Coruña el club que bajó a Segunda División.

Iglesias, que presidió el club desde marzo de 2010 a junio de 2014, ha afirmado que "la situación económica era mala". "Había problemas para pagar a jugadores y proveedores. Días antes del partido hice un préstamo de ocho millones de euros desde una de mis empresas", ha ilustrado Iglesias, que a preguntas del fiscal ha dicho que en caso de haberse consumado el descenso a Segunda División se habría producido "una merma de ingresos".

El expresidente también ha indicado que "todos los jugadores en sus contratos tienen primas por goles o por objetivos" y, en esta línea, con el fin de "motivar a los jugadores" ante el partido de la relevancia deportiva que afrontaban ante el Levante, y dado que no podían pagarles las nóminas, acordaron "pagarles primas después de los partidos en función del resultado". "Se intentó premiar a nuestros jugadores para conseguir nuestro objetivo, que era permanecer en Primera División", ha agregado.

En cuanto a la razón por la que esta supuesta prima se entregó a los futbolistas en efectivo, Agapito Iglesias ha defendido que los jugadores querían cobrar de este modo porque "no se fiaban" de que el Zaragoza les fueran a pagar, dada su situación económica. Ante el interrogatorio del fiscal al respecto, ha añadido: "No sé por qué se pagan unas por transferencia y otras en efectivo. Todas las entregas están declaradas a Hacienda".

Por otra parte, el expropietario del Zaragoza ha dicho desconocer por qué hay jugadores que niegan haber recibido ese dinero. "Eso se lo tiene que preguntar a ellos", ha respondido.

En este juicio se sientan en el banquillo 42 acusados, entre los que se encuentra el propio club aragonés, su expropietario Agapito Iglesias, además de multitud de futbolistas --gran parte de ellos ya retirados-- de ambos equipos.

En esta macrocausa, según el auto de la Audiencia de Valencia en el que se reabrió un proceso cerrado en su día y se ordenó ir a juicio, existen indicios de que nueve jugadores, el técnico y el director deportivo del Real Zaragoza percibieron los días previos al encuentro, dinero que habría terminado en manos de los jugadores procesados del Levante. El Zaragoza necesitaba ganar aquel partido para garantizarse la permanencia en la Primera División de LaLiga y con ello propició el descenso del Deportivo de La Coruña.