A Guido Carrillo no debe hacerle mucha gracia que Estrada Fernández esté en el VAR este sábado

ALICANTE. El Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha designado al malacitano de 42 años Mario Melero López para que dirija el duelo de la jornada 23 en LaLiga Santander que enfrentará al Elche y al Alavés este sábado en el estadio Martínez Valero.

La presente es su octava campaña arbitrando en la máxima categoría del fútbol español, en la que presenta un promedio de tarjetas por partido de 5,56 amarillas y 0,17 rojas. 

Al Elche le ha dirigido en 22 ocasiones, con un balance de 7 victorias (la de Getafe de este curso), 8 empates (el último en Palma esta temporada) y 7 derrotas (la del 0-1 a manos del Atlético de Madrid en la primavera pasada). Al Alavés, por su parte, lo ha hecho también en 22 ocasiones, habiendo finalizado los albiazules las mismas con 9 victorias, 2 empates y 11 derrotas.

José Luis Martínez Serrato y Joan Méndez Mateo auxiliarán a Melero López en las bandas de un estadio Martínez Valero en el que Albert Ávalos Martos será el cuarto árbitro y Jesús Muñoz Mayordomo el delegado-informador.

Por lo que se refiere al videoarbitraje, el CTA ha optado por designar al ilerdense Xabier Estrada Fernández, que curiosamente ejercía el mismo rol en el duelo de la primera vuelta en el que los franjiverdes cayeron en el estadio de Mendizorroza por 1-0, después de que Guido Carrillo viera cómo se le anulaba un tanto por dudoso fuera de juego en los compases finales. La intervención desde Las Rozas de Estrada Fernández fue determinante para que el gol no subiera al marcador, pues el árbitro dombenitense Jesús Gil Manzano sí había dado validez al mismo, pero luego rectificó al ser invitado a ver las imágenes de la jugada en el monitor por su colega: fue una falta frontal botada por Gumbau, en la que Carrillo marcaba en posición de fuera de juego, pero tras haber golpeado el esférico el defensa rival Lejeune. Estrada Fernández entendió que el toque que daba al esférico el futbolista del Alavés era un efecto reflejo, que no cabía considerar que estuviera intentando jugar el balón y, por tanto, no legitimaba la posición del delantero del Elche y, tras el visionado de la acción, Gil Manzano pasó a secundarle.