VALÈNCIA. El portero del Levante Aitor Fernández aseguró en una entrevista que tanto la homosexualidad como la salud mental son un tema tabú en el fútbol y admitió que él necesitó visitar al psicólogo tras el fallecimiento de su padre en octubre de 2020.
En una charla publicada en el canal de YouTube 'En la furgo con', el meta vasco habló sin tapujos sobre este duro episodio familiar y admitió que se planteó abandonar el Levante para estar junto a los suyos en casa.
"Fue un paso que necesitaba dar porque ya no era yo. Es tabú en el fútbol y en la sociedad también. Vas a un psicólogo y parece que estás loco y es todo lo contrario", señaló el meta del Levante.
“Me planteé volver al País Vasco para estar cerca de la familia, me daba igual si volvía a Segunda. La psicóloga me ayudó a cambiar ese pensamiento, me hizo ver que debía seguir adelante. Aunque volviese a Mondragón a vivir, no iba a volver mi padre", remarcó.
Aitor también fue cuestionado por la homosexualidad en su deporte y comentó que "evidentemente tiene que haber gente homosexual en el fútbol" y lamentó que tanto él como el resto de futbolistas no colabore activamente en ayudarles.
"Los futbolistas deberíamos dar un paso al frente, pero al final hay mucha gente que opina distinto y lo que no queremos es que se nos echen encima. Quizá sea egoísmo puro y duro por nuestra parte", aseguró.
“Podríamos ayudar a la gente que es gay en el mundo del fútbol a salir y poder expresarse y ser ellos mismos”, agregó el futbolista, que lamentó la actitud de la UEFA en la pasada Eurocopa al censurar distintas acciones a favor de la libertad sexual.
"No merece la pena hablar de esto. Es algo denunciable. La UEFA se tiene que meter en lo que se tiene que meter y si ellos creen que es un tema político, no sé qué política tendrán ellos", dijo.
El portero del Levante también analizó con dureza la vida "irreal" de los jugadores y aseguró que muchos de ellos "pierden el norte" por los "desorbitados salarios" que ganan en sus carreras.
"Yo soy una persona que no gasto apenas: tomo mi cafecito, como en casa… no tengo ningún vicio. Que cada uno sea lo suficientemente maduro para poder gestionar su futuro. Nosotros con 35 ó 36 años ya somos viejos y fíjate si luego quedan años para poder vivir”, argumentó.
El portero del Levante también criticó la influencia de las redes sociales en el fútbol. "No hay filtros en redes sociales. La gente va a hacer un poco más de daño y me lo quité porque llegaba un momento en que me estaba afectando también”, recalcó.
Aitor, que recordó que la temporada pasada jugó con un testículo "un diez por ciento roto" por un golpe, censuró la publicidad de las casas de apuestas, aunque reconoció que "es prácticamente necesario hacer este tipo de cosas" para pagar sus salarios.