VALÈNCIA. El portero del Levante Aitor Fernández admitió este jueves que está siendo un “año duro” a nivel personal tras haber perdido a su padre el pasado mes de octubre por coronavirus y recordó que los jugadores también sufren.
“Yo por temas familiares llevo un año muy duro. Al final somos personas y cada uno tiene su sufrimiento dentro y a nivel personal es un año muy duro que pasaremos”, dijo Aitor en una entrevista en el canal de televisión del Levante.
El futbolista vasco confesó que se le está “haciendo largo” el año por culpa de la pandemia, pero subrayó que ha encontrado el apoyo suficiente tanto en sus compañeros como en el club y en los aficionados del Levante.
Además, Aitor restó importancia a su gran actuación personal en el empate del pasado miércoles ante el Atlético de Madrid y reconoció que es incapaz de ver repetidas sus paradas la misma noche del encuentro.
“No me suele gustar ver por la noche mis acciones porque todavía tengo la cabeza a 3.000 revoluciones”, indicó el meta vasco, que sí que comentó que está “contento” por el esfuerzo del equipo.
“Teníamos que quitarnos esas malas sensaciones del partido ante Osasuna y creo que el equipo compitió contra no sé si el mejor equipo de Europa, pero sí el que más en forma está”, subrayó.
El portero del Levante también mostró su alegría por haber llevado el brazalete de capitán en el duelo del pasado domingo ante Osasuna y señaló que su equipo ha dado “un paso adelante” tanto en la Liga como en la Copa y que “ha madurado mucho”.