Fotos: ATP TOUR
MURCIA. No peleará por el revalidar el título en el Abierto de Estados Unidos de tenis que conquistó el pasado año. Carlos Alcaraz Garfia no rindió a su mejor nivel y cayó eliminado en las semifinales de Nueva York ante el ruso Daniil Medvedev, que se impuso al murciano por 7-6 (4), 6-1, 3-6 y 6-3 en 3 horas y 17 minutos. Será el ruso el que luche por el trofeo el domingo a las diez de la noche -hora española- frente al serbio Novak Djokovic, quien previamente había ganado al estadounidense Ben Shelton por 6-3, 6-2 y 7-6 (4).
Los dos últimos campeones en el US Open, que además llegaban como primer y tercer cabeza de serie en el torneo, se veían las caras en el que fue el cuarto enfrentamiento entre ambos jugadores. En el primero venció Medvedev por 6-4, 6-1 y 6-2 en la segunda ronda de Wimbledon 2021 y en los dos siguientes, ya en este 2023, Alcaraz fue claramente mejor para llevárselos por 6-3 y 6-2 en la final del Masters 1.000 de Indian Wells -único precedente en pista dura- y por un triple 6-3 en las semifinales de Wimbledon.
La cuarta entrega de este duelo comenzó con cada tenista ganando su servicio -Carlos con más autoridad- y la agresividad del jugador de El Palmar le llevó a tener sus dos primeras bolas de break en el encuentro (15-40 en el cuarto juego). No las aprovechó y cuatro puntos seguidos del de Moscú le permitieron igualar a 2.
El choque, que se disputó bajo techo por amenaza de lluvia sobre la pista Arthur Ashe, la central de Flushing Meadows, que se llenó con 23.000 espectadores, mantuvo la igualdad a pesar de las dobles faltas acumuladas de Medvedev -cinco en sus tres primeros turnos de saque-.
Al palmareño, quien llegó al 4-3 haciendo bueno su servicio en blanco, se le veía seguro sobre la pista y con la sensación de dominar el partido y mostrando aplomo ante un rival siete años mayor que él -20 frente a 27-. Sin embargo, Daniil no aflojó poniendo la bola en movimiento y continuó exigiendo al máximo al español (4-4 y 5-5).
El set se le complicó al pupilo de Juan Carlos Ferrero, que se vio 0-30 abajo en el undécimo juego. Esta vez fue él el que respondió con cuatro puntos seguidos, el último de ellos una espectacular dejada para al menos asegurarse el tie break y a él se llegó con el ruso forzándolo con su servicio ganado en blanco.
La muerte súbita la debía afrontar CA siendo táctico y valiente, como le pidió su entrenador, pero no lo tendría fácil y fue a remolque a partir del 1-2. Logró equilibrar el tanteador hasta el 3-3 pero a partir de ahí un par de fallos suyos y el buen hacer de su oponente determinaron el 3-7 que le daba la primera manga al moscovita después de 55 minutos.
Tocaba reaccionar contra un Medvedev muy sólido y que siguió con la inercia en el segundo set hasta acumular nueve puntos seguidos. Por el contrario, Alcaraz se desconectó y eso, tras fallar una dejada, le costó encajar el primer break del encuentro para verse con un peligroso 0-2 en contra, sobre todo peligroso porque al otro lado de la red había un tenista que no dejaba entrever fisuras y lo demostró estableciendo el 0-3 en blanco y elevando su agresividad.
Los problemas crecieron para el palmareño (15-40 amenazando el 0-40) y, aunque salió de ese apuro, Medvedev siguió intratable y con otro saque ganado en blanco mantuvo la iniciativa.
La seriedad en el rostro de Carlos -cuando no sonríe es señal inequívoca de que no es él en la pista- lo decía todo. Lo mismo en el espacio de la grada donde estaba su equipo, desde el que Ferrero trataba de alentarle sin saber muy bien qué decirle con 1-4 en el marcador y un vendaval de juego en su contra. Tanto que llegó el 1-5 y luego el 1-6 en una manga que duró 37 minutos y fue controlada en todo momento por el número 3 del mundo, que logró 32 puntos, el doble de los sumados por Carlos.
El todavía número 1 -dejará de serlo oficialmente el lunes en beneficio de Djokovic- estaba contra las cuerdas y, tras estar un tiempo en el baño para ordenar sus ideas, comenzó el tercer parcial con otro brío diferente. De hecho, se anotó el servicio con soltura -en blanco- y acto seguido pudo apretar al resto con el 15-30, pero no obtuvo esa ruptura que tanta falta le hacía.
Golpeando con más seguridad y yendo a la red con determinación cuando tuvo la ocasión de hacerlo fue elevando el nivel y, con el 2-1, dio el paso adelante al resto. Lo ganó y se echó el dedo al oído pidiéndole al público ruido. Carlos Alcaraz había vuelto y lo confirmó logrando el 4-1 y por fin su cara era la suya, la de ese chico que disfruta con la raqueta en la mano.
Conservando la renta adquirida en esta manga se acercó a su propósito de seguir alargando el encuentro (5-2) y lo consumó con el 6-3 después de 46 minutos de batalla psicológica que superó. Apretando el puño y con un gesto como diciendo que seguía ahí el de El Palmar continuó creyendo y haciendo creer a todos que podía con la remontada.
Esa tremenda contienda se mantuvo en el cuarto set con cada jugador llevándose su saque y parecía que con la inercia favorable al español, que dispuso de tres bolas de quiebre que, sin embargo, no aprovechó, por lo que siguió a remolque con el 1-2.
Los empates se sucedieron con CA sacando rédito del juego saque-red y con su rival con su habitual tenis de fondo de la pista. Lucha de estilos de la que salió beneficiado Daniil porque aprovechó una de las dos bolas de ruptura que tuvo para lograr el 2-4 en lo que estaba siendo un auténtico partidazo con uno y otro desplegando un gran tenis, con sus errores y sus aciertos pero un muy buen despliegue.
Ese break le hizo tanto daño a Alcaraz que encajó el 2-5 en su contra con cuatro puntos seguidos del ruso, que acariciaba la victoria. El murciano todavía resistió echando la bola al aire y dispuso de dos dos bolas de break desde el 15-40 pero falló a la hora de rematar y Medvedev, en su cuarta pelota de partido, se lo llevó con el 3-6 en una manga que duró 59 minutos y que cerró un choque en el que fue mejor y el puntaje global lo mostró (121-141).
Este año no habrá final para Carlos, quien aspiraba a vivir su quinto duelo frente a Djokovic y revalidar un título que será para el serbio o para Medvedev.