VALÈNCIA. El Levante ha acelerado en el mercado de fichajes con dos incorporaciones a coste cero, tras conclusión de contrato, que refuerzan la defensa granota. Tras Joan Femenías, el que llega para reforzar un lateral zurdo con overbooking y que la ventana de traspasos habrá de terminar de moldear, es Álex Muñoz. El alicantino llega tras haber acabado su etapa en el Tenerife -se despidió este pasado jueves- y con dos asteriscos a tener en cuenta: es un futbolista versátil para los intereses de Mehdi Nafti y llega con una maltrecha rodilla izquierda, donde sufrió una tendinitis de la pata de ganso esta pasada temporada. El tipo de lesión, por los vaivenes que ha vivido en la zona desde marzo, recuerda a la que amargó el final de temporada de Carlos Clerc.
De hecho, Álex Muñoz, tal y como anunció la entidad de Orriols, se incorporará este martes a la concentración de pretemporada y está pendiente todavía de la revisión médica, que será especialmente cuidadosa con el asunto de su rodilla. De esa misma pata de ganso habló Clerc el martes en la 'Twittertulia'. El catalán tuvo el mismo problema en la misma rodilla y tuvo que perderse los últimos 12 encuentros ligueros, agravados por, según explicó, la falta de confianza que sintió por parte de los servicios médicos del club. Tal fue la dificultad de su dolencia que, ante los apuros por dar con la identidad de la lesión, el jugador fue a pedir una segunda opinión a Barcelona. Y fue con el nuevo tratamiento dictado desde la ciudad Condal con el que pareció avanzar en su recuperación no sin recaer por el camino.
El calvario del nuevo lateral levantinista no ha sido tan pronunciado, pero también ha tenido subidas y bajadas en torno a su rodilla zurda. Fue en marzo cuando comenzaron los problemas y tuvo que perderse dos citas consecutivas con el Tenerife -ante Valladolid y Sporting de Gijón-. Tras ellas, regresó, aunque fue suplente contra el Almería, y volvió a ausentarse otros dos partidos más. De los últimos doce choques de la liga regular, Álex Muñoz solo ha podido disputar dos. Como titular, aunque no completos. Tuvo que acabar la temporada en la grada en cuatro convocatorias seguidas y vivir el cierre desde el banquillo. Durante el playoff de ascenso en que los tinerfeños acabaron sucumbiendo frente al Girona, el alicantino solo pudo disputar doce minutos de la cita definitiva, a pesar de que en los inicios de la campaña fue un hombre de relevancia para Luis Miguel Ramis.
Sea como fuere, Álex Muñoz también ha vivido una especie de pequeña montaña rusa, como Clerc, con su rodilla izquierda: de experimentar una considerable mejora antes del citado duelo de Almería a recaer días más tarde. La pata de ganso es una lesión muy general y puede agravarse por diversos factores, según la zona afectada. En función de la tendinitis puede necesitar dos semanas de reposo o complicarse la dolencia hasta el punto no terminar de recuperar bien. Además, Álex también tuvo una lesión de isquios del muslo izquierdo esta pasada campaña, cosa que pudo ser el origen de la tendinitis que le complicó y que, a diferencia de una tendinitis en el recto interno, es una lesión relativamente más sencilla de tratar según algunos expertos.
En cualquier caso, a expensas de esa revisión médica pertinente, Álex Muñoz es un jugador que le puede venir a Nafti como anillo al dedo. Es lateral izquierdo, o al menos esa ha sido la demarcación que ha ocupado durante los últimos años, pero también puede ser alineado como central. Y es que el de San Juan de Alicante firmó con el Hércules en 2014 procedente del Jove Español y allí conoció a José Rojo 'Pacheta'. A sus órdenes, por falta de efectivos, fue reconvertido a central y comenzó a brillar con fuerza, más que en el carril, en un momento complicado para la zaga herculana. Es una temporada más tarde, durante la 15/16, cuando el Sevilla se fija en él y lo recluta para su filial ese verano por 300.000 euros, una nada desdeñable cantidad en ese momento para el Hércules, que militaba en Segunda B.
Tal fue su desempeño como central en la categoría que, en las filas del Sevilla Atlético y con un salto de categoría -en aquella 16/17 el filial hispalense jugó en Segunda e incluso se enfrentó al Levante de Muñiz-, el defensor alicantino empezó jugando como central... y de 90 en 90 minutos. Y también alternó en el carril izquierdo. Estudiante de medicina a su paso por los vestuarios del Hércules, Álex Muñoz acabó asentándose en la categoría de plata del fútbol nacional en el Zaragoza y en el Tenerife. Acumula, en total, 160 partidos en Segunda, lo cual responde a la estrategia del Levante de reforzar la plantilla con perfiles conocedores de la categoría. "No somos un equipo de Primera en Segunda, somos un equipo de Segunda en Segunda", dijo Nafti en su presentación. Y los dos primeros refuerzos llevan esa etiqueta sobre la solapa.
El nuevo fichaje del Levante llega al Ciutat después de haber estado a punto de convertirse por primera vez en su carrera en futbolista de Primera División. Jugó con el Tenerife esos 12 minutos del encuentro de vuelta ante el Girona en la promoción de ascenso a la élite. Fue en el Helidoro Rodríguez López, en casa, pero el cuadro isleño terminó entregando la eliminatoria a los de Míchel Sánchez. No es el primer playoff que Álex Muñoz juega y termina perdiendo. También le pasó en el Hércules, durante el verano de 2016, en la eliminatoria de ascenso a Segunda contra el Cádiz. Fue en el Rico Pérez cuando se resbaló delante de Dani Güiza a la hora de controlar un balón y el delantero vacunó al cuadro, en ese momento, dirigido por Vicente Mir. Aunque el Hércules ya llevaba el cómputo global cuesta arriba, se le escapó el ascenso en ese episodio, a los 20 minutos de aquel encuentro.