Jugadores y aficionados necesitan reencontrarse hoy para poner fin a la mala racha en la competición continental ganando a Panathinaikos
VALÈNCIA. Valencia Basket no se concibe sin sus aficionados ni a ellos se les concibe sin el club de su vida. La relación entre ambas partes se ha ido tensando con el paso de las semanas por la mala situación que atraviesa el equipo en Euroliga. Unos aficionados cada vez más desilusionados con la competición y unos jugadores mermados por las lesiones y la falta de confianza alejan a la Fonteta de lo que fue durante el playoff de Liga Endesa de la pasada temporada. Y hoy se necesitan más que nunca para ganar a Panathinaikos.
El seguidor taronja está desesperado por volver a ver a su equipo ganar en Euroliga y los jugadores necesitan el apoyo de su público para encontrar esa victoria lo antes posible. Es evidente que Valencia Basket necesita un empujón. Las diez derrotas consecutivas en la competición europea y la plaga de las lesiones piden a gritos que el factor Fonteta vuelva a ser determinante. Txus Vidorreta insistió en la previa del partido que "tenemos que estar todos juntos".
Una jornada más, el conjunto taronja tendrá únicamente un base en su plantilla, Sam Van Rossom, como ocurrió contra Zalgiris. El club comunicó que Guillem Vives todavía no se ha recuperado de la bursitis que arrastra en el tobillo izquierdo y que de momento le impedirá jugar los dos duelos de esta semana, incluido el de Divina Seguros Joventut. Sergi García todavía no está para debutar y se mantienen las bajas de Antoine Diot, Latavious Williams y Joan Sastre.
Valencia Basket tendrá, por tanto, solo ocho jugadores profesionales disponibles, si bien no están todos en perfecto estado. Bojan Dubljevic no ha completado los entrenamientos esta semana por unas molestias en el tobillo izquierdo, según ha informado el técnico taronja, pero se espera que pueda ayudar a su equipo. Se sumarán un partido más a la rotación taronja Josep Puerto y Tryggvi Hlinanson.
Txus Vidorreta echará mano, de nuevo, en la dirección de juego de Fernando San Emeterio, Alberto Abalde y Erick Green con la intención de no sobrecargar a Van Rossom, como ha ocurrido con Vives. Puede que hoy la plantilla taronja pueda alargarse un poco más con la participación de Damjan Rudez, que no ha entrado prácticamente en la rotación taronja desde que llegó. El técnico vasco aseguraba ayer que el croata no había "cuajado" en sus actuaciones, pero los buenos últimos entrenamientos que ha realizado le permitirán hoy disfrutar de más minutos.
En estas condiciones llega Valencia Basket para enfrentarse a un Panathinaikos en una racha extraordinaria. Los griegos han ganado ocho de los últimos nueve partidos que han disputado en Euroliga. Xavi Pascual no tiene los mismos problemas de lesiones que el conjunto taronja pero sufre la baja de Nick Calathes, su jugador mejor valorado en la competición. El base greco-americano sufre una lesión en su hombro derecho. Una baja que arrastra el conjunto griego de hace varias jornadas y que no le ha impedido mantenerse en la zona noble de la Euroliga, con un balance de diez victorias y cuatro derrotas que le colocan en la tercera posición.
A pesar del buen momento de Panathinaikos, el total de derrotas que han sufrido han sido a domicilio y dos de ellas han sido en casa del Baskonia y del Barcelona. Valencia Basket tendrá que aprovechar esa 'mala suerte' del conjunto griego en tierras españolas esta temporada y dar la sorpresa como hicieron los blaugrana y los vascos. Una vez los de Vidorreta han tocado 'fondo' en la Euroliga, en penúltima posición con tres victorias y once derrotas, ya solo pueden quitarse la losa, levantarse y renacer en la competición con el apoyo de su público.