AlicantePlaza

LA LIBRERÍA

‘El hombre hueco’ de John Dickson Carr, el gran misterio de habitación cerrada

VALÈNCIA. El ser humano es ser humano por su —nuestra— tendencia natural a tratar de encontrar sentido a acertijos. No hay nada que estimule más nuestra imaginación, nada más que ponga nuestro cerebro a rodar, que una pregunta sin respuesta. Estas preguntas, estos misterios, pueden ser de toda índole: desde los más lúdicos a los más trascendentales. Las preguntas de la esfinge o el sentido de la vida. Los autodefinidos. Los problemas matemáticos. La ciencia. Un sudoku. Los hechos extraños sin una respuesta evidente. El desenlace de una historia. Las historias nos encantan, especialmente aquellas que esconden algún secreto. Encontramos conspiraciones en todas partes cuando tenemos muchas preguntas y pocas respuestas, o bien al contrario, cuando la realidad es muy prosaica y carecemos de ambas. Somos adictos a los giros de guion, a las sorpresas, a los cliffhangers que nos dejan en ascuas y con necesidad de saber. En ese sentido, nada como una buena historia negra, sea novela o relato. De ellas se diría que no nos llama tanto la violencia del acto criminal en sí, como las preguntas que plantea. No en vano el Cluedo o La herencia de tía Agata son juegos de mesa infantiles. Algunas de las mejores historias de la literatura universal son narraciones de este tipo, y de entre todas ellas, brillan sobre todo aquellas cuyo enigma no consiste simplemente en encontrar al asesino, sino en dar respuesta a una situación aparentemente imposible, explicar un escenario que escapa incluso a lo que consideramos racional, plausible, y que parece tener más que ver con lo sobrenatural. Un ejemplo, es Los crímenes de la rue Morgue, relato extraordinario del maestro Edgar Allan Poe, cuyo final se empeñan en destripar muchos de los sellos que andan publicándolo (detestamos los spoilers precisamente porque nos subyugan las explicaciones finales en las historias). Otro ejemplo podría ser La investigación, del genio polaco Lem, un misterio que nos pone realmente contra las cuerdas y nos obliga a replanteárnoslo todo, habida cuenta de que quizás no estemos viendo el cuadro entero, sino solo una pequeña sección del mismo. Otro ejemplo lo acaba de publicar Who Editorial, y es una auténtica delicia black. Noir

Recibe toda la actualidad
Plaza Deportiva

Recibe toda la actualidad de Plaza Deportiva en tu correo