REPASO A LOS CUATRO AÑOS DE ACTUALIDAD VALENCIANISTA EN PLAZA DEPORTIVA

VCF: Cuatro años de inestabilidad en todos los aspectos 

Los cuatro años han cambiado en mucho el panorama valencianista. La mayoría accionarial pasó por primera vez a manos de un inversor extranjero, Peter Lim, tras un larguísimo proceso de venta y las deudas de la entidad fueron refinanciadas a largo plazo. Ahora, el asiático lleva dos años y vive su peor momento como gestor porque Mestalla empieza a perder la fe en su gestión 

15/11/2016 - 

VALENCIA. Cuatro años han pasado desde que PlazaDeportiva.com comenzara a informar diariamente de la actualidad del Valencia CF. Cuatro años en los que han cambiado muchas cosas y que han estado marcados principalmente por el proceso de venta del paquete accionarial mayoritario, al que obligó Bankia por no poder cobrar el préstamo que le concedió a la Fundación Valencia CF en el verano de 2009. El aval de aquel préstamo, concedido por el IVF a la FVCF,  le ha supuesto al Valencia CF siete años después una exigencia de Brulesas de 23,4 millones de euros. 

Hoy el club es gestionado por la empresa asiática 'Meriton Holdings Limited', propiedad de Peter Lim, que fue quien compró el 70% de las acciones a la Fundación VCF tras un proceso de venta interminable y farragoso. El asiático pagó 100 millones de euros por las acciones y se hizo con el control de la sociedad. 

Ahora, Meriton, sólo dos años después de firmar la compra vive su peor crisis al frente del club. La credibilidad de los asiáticos está en entredicho al no haber cumplido las expectativas deportivas que se generaron con su llegada. El primer año lograron clasificarse para Champions League pero a partir de ahí, las erróneas decisiones deportivas, han arrastrado al equipo hasta la peor clasificación deportiva en una liga de tres puntos el pasado curso, y a tener hoy al equipo a tan sólo un punto de los puestos de descenso. 

La pasada junta general, una gran mayoría de los accionistas que se expresaron en público lo hicieron para recriminar duramente a Meriton su gestión al frente de la entidad valencianista. Las críticas fueron duras y los asiáticos se marcharon con la sensación de que el valencianismo ha perdido en gran medida la confianza en ellos para construir un club fuerte en lo deportivo, saneado en lo económico y cada día más grande en lo social. 

Bankia concedió un respiro de tres años, sólo pago de intereses sin amortización del principal, para que Meriton pudiera estabilizar el club deportivamente y lo colocara entre los clubes punteros de España y Europa. Ese era el plan de negocio que se plasmó en los papeles y que ahora por desgracia para el valencianismo no se cumple en ninguno de sus puntos. Actualmente el fútbol son méritos deportivos. Sólo los méritos deportivos te generan más y más recursos económicos y el Valencia CF se ha hundido en ingresos por competiciones y comerciales debido a sus nefastos resultados deportivos. 

El tiempo para reaccionar del máximo accionista se agota y la llegada de los balances que incluirán una partida importante destinada a devolver el dinero a los bancos se acerca peligrosamente. La llegada del italiano Prandelli al banquillo de Mestalla es la esperanza a la que se aferra el valencianismo para conseguir darle la vuelta a una situación que podría volver a encerrar al club en un callejón sin salida, convirtiéndolo en un equipo de media tabla. 

DE LLORENTE A PETER LIM, PASANDO POR SALVO 

El 1 de diciembre de 2012 comenzó a cambiar la historia del Valencia CF. Aquella noche el aficionado de Mestalla le pidió al entonces presidente, Manuel Llorente, que se marchara del club. Ese día el Valencia CF perdió 2-5 ante la Real Sociedad y ese mismo día el presidente destituyó a su gran apuesta para el banquillo tras no renovar a Unai, Maurico Pellegrino. 

Aquel día su proyecto se empezó a desplomar porque Mestalla le enseñó la puerta de salida y porque después de cuatro años y el fallido proyecto 'Newcoval', el club era incapaz de generar el dinero suficiente para devolver el préstamo que se le debía a Bankia, 220 millones de euros, ni de solventar el problema de la Fundación VCF que de 75 millones había pasado a más de 90 en los cuatro años de gestión de Llorente. 

El caldo de cultivo comenzó ese mes de diciembre y a principios de 2013 el Gobierno Valenciano empezó a tramar en la sombre, con las operaciones dirigidas entonces por el vicepresidente del Consell, José Císcar, para cambiar al patronato de la Fundación y al presidente valencianista con el único objetivo de quitarse el marrón que tenían encima con el aval del IVF. 

El 3 de abril de 2013 se concretó aquel plan y la Fundación VCF cambió de patronato y pasó a ser presidido por el fugar Federico Varona. Este llegó con la intención de democratizar el Valencia CF y hacer elecciones a la presidencia y pronto vio que sus ideas no eran las del resto ni tampoco las del gobierno. Apenas dos meses después, el 4 de junio, Amadeo Salvo, que inició su andadura como vicepresidente deportivo de la Fundación VCF, fue nombrado presidente del club de Mestalla para intentar encontrar un operador que acabara el nuevo estadio y reflotar el club económicamente. 

Aurelio Martínez, hoy presidente del puerto de Valencia, recibió el encargo como presidente de la Fundación VCF de crear un plan para obtener ingresos y pagarle a Bankia anualmente y devolver los más de 90 millones al banco. Ese tandem, Aurelio-Salvo, encabezó el proyecto al que apenas le dieron unos meses porque muy pronto el banco decidió poner el club en venta al no creerse el plan de la Fundación VCF y no disponer del aval del IVF que fue anulado por los juzgados. 

A finales de ese 2013, el Valencia CF se puso en venta oficialmente y Aurelio Martínez lo anunció en este periódico poco antes de que Bankia lo oficializara en un comunicado durante la junta general de accionistas del club. Ese mismo día, Amadeo Salvo, se había reunido con el banco para presentarle a Peter Lim como comprador interesado en el club. Se abrió un periodo de lucha entre el banco, la Fundación VCF como máxima accionista y el club que se negó a que fuera el banco el que eligiera el comprador sin informar antes a la entidad valencianista. 

Se creó una comisión gestora y se contrataron varias auditoras de primer nivel mundial -PwC y KPMG-. Al final sólo se presentaron tres ofertas firmes, Cerberus, Wanda y Meriton. El resto no existió. Los chinos se retiraron cuando el banco obligó a una segunda vuelta para mejorar ofertas ya que Cerberus no llegaba a los mínimos y Meriton fue elegida la mejor propuesta pese a las demandas rusas de Zolotaya. Una propuesta que nunca fue capaz de probar bancariamente los más de 600 millones que aseguró tener detrás. 

Tras meses de disputas, el banco y una parte del gobierno valenciano que preferían que fuera Cerberus el comprador por seguir teniendo el club controlado, aceptaron la venta a Peter Lim. El 17 de mayo de 2014 fue anunciado ganador del proceso pero no firmó el acuerdo ante notario el 1 de diciembre. El asiático aterrizó en Valencia CF el 25 de octubre tras alcanzar el acuerdo definitivo con el banco la noche anterior y presenció en directo la victoria ante el Elche. Fue recibido a lo grande y agasajado por la afición de Mestalla porque el equipo además aquel día se colocó momentáneamente líder de primera. 

Amadeo Salvo acompañó a Lim durante los primeros meses como máximo accionista en la entidad pero el portugués Nuno fue una piedra en el zapato desde el principio. Lim puso como condición para comprar, cuando ya estaba todo pactado, que Nuno entranara en Mestalla y con ello Salvo tuvo que prescindir de Pizzi que era su apuesta y la de su gente. Cuando el singapurense fue el máximo accionista, Rufete, Ayala y Salvans dejaron de tener ningún peso y Nuno fue el que aglutinó todo el poder. Eso fue en enero de 2015 y ahí empezó a resquebrajarse el proyecto de Meriton. Sólo unos meses después el valencianismo obtuvo la gran alegría del regreso a la Champions, había que jugar una previa, pero también se llevó el disgusto de la salida de Salvo, Rufete y Ayala. 

Desde aquel momento Meriton no ha conseguido hacer funcionar al equipo. Todas las decisiones de Nuno le costaron el puesto al portugués en diciembre de 2015 y Lim no ha sido capaz de recuperar la senda de los triunfos pese a los muchísimos millones que ha invertido en fichajes y que posteriormente ha tenido que recuperar en ventas. Ni su asesor para todo en el Valencia CF, Jorge Mendes, ni su amigo Gary Neville, ni el valenciano Suso García Pitarch, ni el vasco Pako Ayestarán han sido capaces de solucionar los problemas deportivos del equipo. 

El pasado mes de septiembre, Lim recurrió casi como última bala al italiano, Cesare Prandelli, aconsejado por Scolari, y le encomendó el encargo de levantar al equipo y colocarlo en la Champions. El italiano le pidió tiempo y fichajes. Lo primero en el tiempo no existe, lo segundo depende del dinero que el máximo accionista quiera volver a colocar en al entidad. 

MÍNIMA ESTABILIDAD EN NINGÚN APARTADO 

· Dos máximos accionistas: Fundación VCF (Gobierno Valenciano), Peter Lim (Meriton) 

· Cuatro presidentes: Manuel Llorente, Vicente Andreu, Amadeo Salvo y Layhoon

 · Cuatro directores deportivos: Braulio, Rufete, Nuno y García Pitarch

· Tres directores de la escuela: Martín-Vila, Rufete y Alesanco 

· Ocho entrenadores: Pellegrino, Valverde, Djukic, Pizzi, Nuno, Neville, Ayestarán y Prandelli. Hay que añadir a los interinos Voro y Nico Estevez - 

· Tres directores de marketing: Damià Vidagany, Luis Vicente Douwens y Peter Draper) 

· Sólo quedan 2 futbolistas: Diego Alves y Parejo 

· Han pasado por el club 65 futbolistas diferentes 

· Se han gastado en fichajes: 277 millones de euros 

· Se han ingresado por ventas: 289 millones de euros