La Audiencia provincial insta al juzgado de instrucción número 12 para que informe a Rachid de su imputación y se designe abogado
VALÈNCIA. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha decidido aplazar 30 días el juicio por el presunto intento de secuestro del expresidente del Valencia Club de Fútbol, Vicente Soriano, a manos del también expresidente, Juan Soler, a la espera de la posible extradición del confidente e investigado en la causa Rachid que permanece detenido en Gibraltar por un atraco. Soler se enfrenta a 9 meses de prisión por parte de la Fiscalía y a ocho años de cárcel por la acusación particular.
Según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes cercanas al caso, los magistrados han instado al Juzgado de Instrucción Número 12 de Valencia, instructor de la causa, para que envíe el auto de procesamiento a Rachid y que así, éste, pueda designar un abogado. Las fuentes consultadas explican que lo que pretenden los jueces es que una vez sea notificado el confidente de la policía se repita el juicio desde el principio, ya que así se preservarían las garantías legales del mismo. Cuando fue suspendido, el juicio estaba a falta de escuchar una grabación y de los alegatos de las partes.
El principal problema con el Reino Unido es que se niegan a extraditar al detenido hasta que cumpla la pena por el atraco que realizó en Gibraltar. Por tanto, las posibilidades serían dos. Por un lado, que Rachid declarase por viodeconferencia desde Gibraltar con su abogado presente en la sala en Valencia y, por otro, que se suspendiera el juicio hasta que éste cumpliera la pena y pudiera ser extraditados, ya que la tercera opción, la extradición para el juicio parece ser que no la contempla la justicia británica.
EL INTENTO DE SECUESTRO
La historia, no por ser conocida deja de ser rocambolesca. Según las acusaciones, el expresidente del Valencia CF, Juan Soler, en connivencia con el resto de acusados, los empresarios Ciro D'Anna y Abdelatif Laaroubi -conocido como Tati-, contrataron los servicios de Rachid para que hiciera de intermediario con unos sicarios colombianos que debían secuestrar a Vicente Soriano.
El motivo del secuestro es el cobro de la deuda que mantenían ambos empresarios valencianos por la venta de las acciones del Valencia CF y que ascendía a 80 millones de euros, según las varias sentencias favorables que tiene en su poder el constructor y que Soriano se negaba a pagar alegando ser insolvente.
Supuestamente y según las pesquisas policiales, el plan era abordar a Soriano por la mañana en el centro de València y llevarlo durante unos días a un bajo en la localidad de Alfafar para, posteriormente, trasladarlo fuera de España, concretamente a Suiza y Andorra, donde supuestamente tenía dinero en varias cuentas, según las investigaciones realizadas por el propio Juan Soler. Además, también pretendían robar un supuesto dinero en metálico que Soriano tenía en su casa y del que habían tenido conocimiento por los medios de comunicación.
El problema para los acusados es que Rachid fue a la policía y confesó los presuntos planes de los ahora acusados. Fue entonces cuando se montó un operativo policial de seguimiento que pretendía pillar a los ahora acusados ‘con las manos en la masa’, pero Rachid contactó con Soriano y le contó todo lo que ocurría, lo que supuso que la policía se vio obligada a detener a todos antes de que cometieran el secuestro.