La temporada pasada, por estas fechas, se entrenaba con la frustrante sensación de que, hiciera lo que hiciera, no le serviría para jugar hasta que empezase 2016
VALENCIA. La temporada pasada, por estas fechas, se entrenaba con la frustrante sensación de que, hiciera lo que hiciera, no le serviría para jugar hasta que empezase 2016. Esta campaña, en cambio, se ha convertido en una pieza básica en el Barcelona de Luis Enrique desde el primer partido oficial.
Ardan Turan (Estambul, 30 de enero de 1987) parece otro. Como azulgrana, despidió cabizbajo el curso pasado. Su discreta actuación, con Turquía, en la Eurocopa, durante las semanas siguientes, acabó de sumirle en una depresión futbolística de la que parecía que sería difícil salir.
Sin embargo, todo ha cambiado para él desde el pasado verano. La ausencia de Neymar, empeñado en colgarse el oro en los Juegos Olímpicos de su país, primero, y la lesión de Messi, después, han transformado su rol en el Barça.
La versión más ofensiva de Arda le ha llevado a abandonar la posición de volante, en la que actuaba habitualmente la temporada pasada, para convertirse en el tercer hombre del famoso tridente cuando algún miembro de la MSN causa baja o se toma un respiro.
El resultado está siendo esperanzador. De los diez partidos oficiales que ha disputado el equipo, el turco ha jugado nueve, seis de ellos como titular.
Ha anotado cinco goles y ha dado cuatro asistencias y, con él formando parte de la alineación, el Barça ha ganado siete partidos, ha empatado uno y ha perdido otro.
En su primera media temporada como azulgrana, Arda Turan disputó 25 partidos, en los que solo marcó dos tantos y repartió las misma asistencias, cuatro, que lleva ahora.
Buscando acomodo en la punta de ataque, Arda empezó a reivindicar su nuevo papel en el equipo desde el arranque de curso. En Sevilla, en el primer partido de la temporada, dio una asistencia a Luis Suárez para que abriera la lata en la ida de la Supercopa de España. Y en la vuelta, un doblete suyo puso el lazo al primer título del Barça de la temporada 2016-17.
Empezó la Liga, Neymar todavía no estaba de vuelta, y Arda siguió como un tiro: un tanto en la goleada contra el Betis (6-2) y la asistencia en el solitario gol de Rakitic que daba los tres puntos al Barcelona en San Mamés (0-1).
El turco, como el resto del equipo, jugó un partido discreto contra el Alavés, que dio la sorpresa en el Camp Nou (1-2), y acabó siendo sustituido.
No participó en la exhibición del conjunto azulgrana en su debut en Liga de Campeones ante el Celtic (7-0) y salió desde el banquillo, contra el Atlético de Madrid en el Camp Nou (1-1) y en Butarque frente al Leganés (1-5).
La pasada jornada de Liga, con Messi lesionado, recuperó la titularidad y anotó un gol y dio otra asistencia a Luis Suárez en la goleada ante el Sporting en El Molinón (0-5).
Y ayer, ante el Borussia Mönchengladbach, salió desde el banco para iniciar la remontada de los azulgranas en el Borussia Park (1-2).
Pletórico de confianza en este arranque de curso, Arda es, de momento, la apuesta más sólida de Luis Enrique para completar la punta de ataque. A Rafinha y Alcácer, dos hombres que no pudieron hacer la pretemporada con el primer equipo, les lleva ventaja, y el turco no parece dispuesto a aflojar.