El centrocampista argentino afronta el reto en el cuadro colchonero como un desafío y agradece al celtismo su apoyo
VALENCIA. El argentino Augusto Fernández ha declarado este viernes que salir del Celta de Vigo ha sido una decisión "dura" porque en Balaídos se sentía "muy cómodo", y ha señalado que afronta su fichaje por el Atlético de Madrid como "un desafío".
"Está situación no estaba en mi cabeza. En Vigo estaba muy bien y con mi señora siempre pensé que nos íbamos a quedar acá. Pero el fútbol tiene estas cosas, a veces aparecen oportunidades que uno no espera. Esta oportunidad es una bendición de Dios", ha indicado el futbolista.
El argentino, que esta mañana ya se ejercitó a las órdenes de Diego Pablo Simeone en Madrid, regresó a Vigo para despedirse del celtismo y explicar los motivos que le llevaron a aceptar la oferta del conjunto rojiblanco.
"No soy una persona que se conforma, me gusta ir a por más cada día. Y me encontré en una situación en la que tenía que elegir entre el confort, la comodidad, o asumir este desafío y seguir creciendo como futbolista. Y elegí esta segunda opción porque me siento preparado para este desafío", ha aclarado.
Emocionado, Augusto ha pedido al celtismo que "respete" su decisión: "Generalmente se utiliza un término que está de moda cuando uno se marcha pero que no va conmigo porque yo no me considero un pesetero. Priorizo otras cosas, si fuese así no estaría en el Celta".
"Cuando fiché por el Celta tenía una oferta de Turquía que triplicaba lo que acá iba a cobrar. Estando en el Celta pude irme a Qatar y a China pero no quiso irme. Han venido dos clubes de España y tampoco he querido marchar. Ahora sí quiero afrontar este desafío. Antes de preguntar cuánto iba a ganar dije que sí por el desafío deportivo", ha explicado.
Ha dicho sentir "una mezcla de sensaciones encontradas", y ha reiterado que durante estos tres años y medio en Vigo "nunca" se he guardado "nada" y "hasta el último día" lo ha dado todo, por eso cree que puede irse "en paz".
El reconocimiento hacia su persona de compañeros y cuerpo técnico y la ovación que los aficionados celestes le dedicaron el pasado miércoles cuando fue sustituido en los últimos minutos del partido contra el Athletic Club "son momentos que no borraré nunca".
El ya ex capitán celeste, además, ha aclarado por qué tomó la decisión de jugar ante el Athletic Club el pasado miércoles estando ya comprometido con el Atlético de Madrid:
"Tenía dos opciones. O acudía a la inteligencia, que me decía que la decisión ya estaba tomada y corría el riesgo de que pasar algo, o escuchaba al corazón, que me pedía que no me traicionara a mí mismo, a mis compañeros, al club y al celtismo; y me incliné por esta última porque me quería ir en paz", ha continuado Augusto, quien ha subrayado que "si en algún momento tuviese que elegir un club al que volver, no tengo ninguna duda de que elegiría el Celta".