VALÈNCIA. La temporada que pintaba gris se va ataviando con vistosos colores a medida que se acerca el final. Toda la adversidad que nos vino acompañando en los inicios se va tornando en esperanza ante la posibilidad real de terminar el Centenario con una campaña que puede ser histórica. Porque, real es que el Valencia disputará una Final ante el Barcelona en el Villamarín, real es que se -Salvo hecatombe inesperada- se avecina una apasionante semifinal de Europa League y también es real que -aunque va ser complicado- quedan opciones de alcanzar la cuarta plaza en la Liga y así poder volver a la competición más importante del Mundo entre Clubes.
Es cierto que todo puede quedarse en ‘casi nada’ porque nada se ha conseguido todavía pero... el mero hecho de tener posibilidades reales con lo mal que pintaba la cosa hace tan sólo dos meses es como para sentirnos afortunados y unir esfuerzos que nos lleven al éxito porque todos, en distinta medida, podemos hacer la fuerza necesaria para que así sea.
Pero hay otros asuntos que se están dirimiendo ahora que no tienen que ver con el balón de manera directa paro que son indiscutiblemente cruciales para el futuro de la entidad. Y en ese sentido, ardo en deseos de escuchar a Mateu Alemany el martes por si está en disponibilidad de facilitar al valencianismo información veraz acerca del futuro estadio del Valencia CF. Una vez la propiedad lanzó veladamente el globo sonda con la posibilidad de permanecer en Mestalla y abortar así la construcción del nuevo estadio ,algo que supondría un estancamiento de la institución y un flagrante incumplimiento de los compromisos adquiridos, nos llegan informaciones acerca de los avances que Deloitte va concretando en todo lo que tiene que ver con la venta de la parcela de Mestalla y la mudanza a la nueva casa del valencianismo. Si es que, definitivamente, se cierra la venta a una cooperativa de compradores dispuestos a invertir una cantidad de dinero importante para construir allí unas viviendas que ,en ningún caso, podrían llegar a disfrutar hasta el año 2025, sinceramente habría que elevar el elogio hacia la prestigiosa consultora por ser capaz de cerrar una operación tan extraordinariamente compleja teniendo en cuenta los frentes abiertos que habría que satisfacer para llevar dicha operación a buen puerto: hipoteca con Bankia, gastos de demolición del viejo Mestalla, financiación para acometer de nuevo las obras en la Avenida de las Cortes Valencianas etc... Pero, y a la espera de la decisión que adopte Meriton que -esperemos- de a conocer Mateu Alemany en su comparecencia programada para el martes, llama poderosamente la atención las cifras que se van filtrando y que, sinceramente espero, se alejen bastante de la realidad porque cien millones de euros, suponiendo y es mucho suponer, que quedasen íntegros para el Club después de liquidar impuestos y gastos varios, además de no alcanzar -ni de lejos- para liquidar las diferentes cuitas bancarias que pesan sobre Mestalla, no sólo andan muy lejos de los 500 ó 600 millones que se aventuraron cuando atábamos los perros con longanizas sino que también se alejan de manera sustancial de los 150 millones que anunció Aurelio Martínez que pagaría Peter Lim por las parcelas en caso de no aparecer una oferta mejor.
De no alcanzarse los 150 millones entiendo que, o Lim compra las parcelas por 150 como anunció en Mestalla -voz en grito- el entonces Presidente de las Fundación o , cuanto menos, el actual Presidente del Puerto de Valencia le debería una explicación clara y convincente al valencianismo, bien por verse engañado por Meriton -si es el caso- o bien por haber mentido a los aficionados de buena voluntad que disfrutan y sufren los colores de la entidad de la que él lleva colgada una insignia de oro y brillantes.