VALÈNCIA. Las aguas del Balneario de Panticosa atraen numerosas miradas año tras año. Pero fueron los romanos que vivieron bajo la época de Tiberio, muchos siglos atrás, los primeros en verse reflejados en su transparencia.
El magnetismo que ejerce su poder encuentra su causa en la salud. Unas cualidades curativas que se han esparcido como líquido derramado hasta llegar a nosotros.
El carácter y elegancia del Espacio Termal del Gran Hotel lo hacen un espacio único para relajarse y disfrutar de tratamientos y experiencias en un ambiente exclusivo.
El edificio de Termas de Tiberio se integra en la naturaleza que lo rodea, creando un edificio de formas suaves y redondeadas, un espacio en el que la luz y el agua se funden en una atmósfera relajante y reparadora.