VALÈNCIA. La llegada de Rubén Baraja al banquillo del Valencia comienza a notarse y es que, en apenas tres semanas, ha conseguido enchufar a una plantilla deprimida y ganar para la causa a la afición en Mestalla.
Tras la marcha de Gennaro Gattuso y la posterior destitución de Voro González la llegada del 'Pipo' despertó cierto recelo en el valencianismo, ya que pese a su condición de leyenda del club por su etapa como jugador, su trayectoria como técnico, con inexperiencia en banquillos de Primera, no invitaba al optimismo.
Con una grada en estado de guerra contra la gestión de Meriton al frente de club, Baraja ya recalcó desde el primer día la necesidad de contar con el apoyo incondicional de Mestalla como en el pasado para llevar en volandas al equipo y presionar al rival. "Mestalla debe ser nuestra tabla de salvación", aseguraba el vallisoletano.
La respuesta de la hinchada fue la deseada y Mestalla se ha vuelto a convertir en una olla a presión, en donde el Valencia ha vuelto a sentirse "poderoso" tal y como reclamaba su nuevo técnico. Dos victorias ante rivales de la zona alta, como la Real Sociedad y el Osasuna, algo que no se conseguía desde septiembre, han restablecido la comunión total entre el equipo y la afición.
Ante los donostiarras, en el primer partido de Baraja en Mestalla como técnico, el equipo consiguió romper su mala dinámica y sumar su primer triunfo del año 2023.
Si anímicamente Baraja ha conseguido implicar de nuevo a equipo y aficionados, en el plano deportivo ha conseguido corregir el gran debe del equipo en esta temporada, su debilidad defensiva.
En los cuatro partidos que ha dirigido Baraja al Valencia ha logrado mantener la puerta a cero en Mestalla en los dos encuentros disputados, algo que no conseguían desde hace medio año, y a domicilio solo ha recibido dos goles, ante Getafe y Barcelona, aunque consiguió minimizar significativamente las ocasiones del rival.
De hecho, el sábado ante el Osasuna consiguió que el equipo navarro no fuera capaz de generar ni un solo disparo entre los tres palos, en el que fue el partido más plácido de la temporada para el portero Giorgi Mamardashvili, acostumbrado a ser el futbolista más destacado de su equipo.
Desde la defensa, el 'Pipo' esta consiguiendo reconstruir a un equipo, al que solo le falta mejorar sus números en ataque, y que, aunque está consiguiendo generar ocasiones, le está faltando tener acierto de cara a puerta.
La lesión de su máximo goleador Edinson Cavani está, de momento, lastrando al equipo en esta faceta. Baraja ha confiado en Hugo Duro, quien le está respondiendo con un gran trabajo en el campo pero el atacante madrileño sigue peleado con el gol y el sábado, ante el Osasuna, incluso falló un penalti. Pese a ello, Mestalla coreó su nombre y premió su entrega incondicional.
El triunfo ante el equipo navarro ha sacado momentáneamente al Valencia de la zona de descenso, un empujón anímico importante para el equipo en la lucha sin cuartel que esta temporada se está convirtiendo la pelea por la permanencia, con ocho equipos implicados en una diferencia de cinco puntos.
Pese a ello, Baraja insiste en la necesidad de seguir trabajando igual, de que aún deben sufrir y pelear hasta la extenuación para alejar el fantasma del descenso y para ello deberán mejorar sus prestaciones a domicilio, donde tan solo han sido capaces de ganar un partido en toda la temporada.