Hoy es 10 de octubre
VALÈNCIA. Una vez acabada la campaña anterior, y tras las palabras pronunciadas por Baraja en la sala de prensa del Villamarín una vez conseguida la salvación a cerca de la exigencia en el grupo, varios nombres saltaron rápidamente a las redacciones de todos los medios.
Que Baraja no contaba -entre otros- con Cavani y Castillejo para el siguiente curso era un realidad más que evidente dado que no acabó contento con el rendimiento del uno y con la implicación del otro. Dado que tener descontento y con rol secundario a un futbolista del peso especifico de Cavani es peligroso, y dada la nula implicación de Castillejo en el tramo decisivo de la temporada (encontronazo con Marchena incluído), es evidente que ambos tenían todas las papeletas para ser tachados de los planes de la siguiente temporada si realmente se iba a hacer caso en algo al entrenador a la hora de la confección de la plantilla.
En esos primeros días posteriores a la finalización de la agónica temporada 22/23 salió a relucir otro nombre, el de Gabriel Paulista. También se apuntaba al brasileño como un problema por su falta de compromiso, situación a la que había que añadir su ficha (primera renovación de un titular post hecatombe de 2019). A nivel de implicación resultaba curioso que se apuntara su nombre dado que fue titular indiscutible en el tramo final para Baraja en el eje de la zaga junto a Mouctar Diakhaby.
Llegó la pretemporada y Gabriel Paulista la comenzó sin más sobresaltos aunque los rumores sobre estar en una lista de hipotéticos descartes no cesaban. Y el martes llegó el primer amistoso. Un amistoso en el que Rubén Baraja hizo una lista de descartes con los jugadores que no cuenta: Cavani, Castillejo, Racic, Marcos André, Cömert y Yunus. Con esa lista el de Castronuño envió un doble mensaje: por un lado a los futbolistas enseñándoles la puerta de salida al mostrarle que no iban a tener un solo minuto ni en los entrenamientos; por otro lado al club instándole a que le aligere el vestuario de elementos que no quiere en la convivencia diaria y cuya salida puede ayudar además a traer algún refuerzo.
Sin embargo y pese a los rumores que arrancaron en el mes de junio, en la lista de descartes no estaba Gabriel Paulista. Es más, el hispano-brasileño actuó toda la segunda mitad incluso luciendo el brazalete de capitán. Para acabar de disipar las dudas con respecto de los planes de Baraja para con Gabriel, el brasileño tampoco está en la lista de descartes que ni siquiera viajarán al stage de pretemporada en Suiza. Con lo cual es evidente que, de entrada, el entrenador no ha señalado al futbolista y lo ha colocado en la lista de los que no cuentan.
Otro caso bien distinto sería que llegase una buena oferta por el hispano brasileño dado que además, como ya hemos comentado, es una de las fichas más altas de la plantilla. Precisamente ese es una de las premisas en la que trabaja el club, quitarse de en medio las fichas más altas para seguir reduciendo el coste de plantilla, por ahí sí está señalado Gabriel. No es para nada descartable una renegociación a la baja de los emolumentos del brasileño que dejaría satisfecho a club por el ahorro y a entrenador por poder seguir contando con uno de sus capitanes.
Ahora es momento de ver por dónde pasa el proyecto si por la lista de descartes deportivos hecha por el entrenador y que no incluye al central, o por la lista de descartes económicos en la que Gabriel ocupa un destacado lugar.