VALÈNCIA. Rubén Baraja mira hacia el final del mercado con pesimismo. El técnico del Valencia salió el miércoles de la ciudad deportiva de Paterna entre resignado y enfadado después de la reunión que mantuvo con Layhoon Chan, Javier Solís y Miguel Ángel Corona, los ejecutivos de Meriton en la ciudad. La sensación es que o no llega ningún jugador para reforzar el ataque o se verá obligado a aceptar uno de bajo coste aunque no tenga nada que ver con su idea de juego.
La cumbre, contra el reloj, para encontrar soluciones a la hora de abordar el tramo final del periodo de fichajes y fichar, al menos, un punta, no fue satisfactoria para Baraja.
El club esgrimió dificultades financieras para abordar el cierre de la ventana de fichajes estival aunque no descartó que pese a lo limitado de los recursos que había autorizado emplear Singapur se pudiese firmar algún punta en las horas finales antes del cierre.
Baraja, no obstante, después de escuchar a los tres ejecutivos confirmó algo que ya intuía la semana pasada, de ahí su tono en la rueda de prensa del sábado antes del duelo frente a Osasuna. El técnico interpreta que lo más probable es que no haya avanzada ninguna operación y que, por lo tanto, no será sencillo que se pueda cerrar ningún perfil interesante al final del mercado. Baraja sabe que lo que el club le plantee serán alternativas de bajo coste que, probablemente, no encajen con el perfil que demandó para su idea de juego. El club no cierra la puerta a la llegada de algún refuerzo de última hora, pero el entrenador no es optimista respecto a la cantidad ni a la calidad de lo que le ofrezca la dirección deportiva.
Baraja comienza a formarse la idea de que o acepta un delantero de bajo coste o Hugo Duro, Alberto Marí, cuando se recupere a final de año, y Mario Domínguez 'Domi', punta de 19 años del filial, más las opciones de Sergi Canós y Diego López, que pueden jugar de 'falso 9' serán su abanico de opciones para jugar en punta hasta que se abran las puertas del mercado de invierno. Y que, sin más efectivos, está condenado a sufrir todo el curso.
La ronda de conversaciones con cualquier candidato que se ofrezca al club se sucederá hasta el final del mercado pero todo depende de la inversión en el futbolista y de que lo autorice Singapur.
El último nombre en vincularse al Valencia es el de Paco Alcácer, delantero que milita en el Sharjah FC de los Emiratos Árabes Unidos. Alcácer, que acaba de cumplir 30 años, tiene una ficha prohibitiva y contrato hasta 2025.