VALÈNCIA. Baraja 'quema' sus últimos cartuchos para salvar la situación deportiva que le ha llevado a perder la confianza de varios sectores del valencianismo. El técnico, con solo dos victorias en 14 partidos, afronta una 'final' contra el Real Valladolid para escapar del 'farolillo rojo' de LaLiga. El parón por la Dana no ha servido para mejorar conceptos tácticos y el equipo sigue con los mismos problemas que toda la temporada.
El cambio a sistema de cinco defensas ha fracasado. Ni una sola victoria a domicilio, con apenas dos tímidos empates en Getafe y Leganés junto a una victoria en casa contra el Real Betis ha propiciado que Baraja se haya planteado hacer un 'reset' tras mantener una charla con su vestuario. Es decir, dejar atrás el 5-4-1 y regresar al 4-4-2 o 4-4-1-1 que aplicó en la pasada temporada.
Con ese regreso a los orígenes, Baraja rescatará a Pepelu para que vuelve a ser su extensión en el centro del campo junto a Javi Guerra o Barrenechea. El de Denia siempre ha sido una pieza clave para Baraja y quiere recuperar su mejor versión, que es la que dio equilibrio a este esquema el año pasado. En la línea defensiva, la ausencia de José Gayà por lesión también cambia la profundidad de los carrileros junto a las molestias de Foulquier. Por ello, la idea de Baraja de retornar a su dibujo 'fetiche' también pasa por las bajas en los costados puesto que Mosquera tiene opciones de ser lateral derecho si Foulquier no llega a tiempo.
En ataque, la gran novedad podría ser recuperar a Diego López como 'segundo punta'. El asturiano ha jugado la mayor parte de la temporada pegado a la banda derecha, pero la necesidad de sumar los tres puntos invita a un planteamiento más ofensivo ante un Valladolid que también está metido en una profunda crisis de resultados.
Por otro lado, Baraja por segunda vez esta temporada, ha optado por llevar al equipo de comida para reconectar con el grupo. El técnico ya lo hizo cuando ocurridó el 'caso Rafa Mir' para estrechar lazos y que el rendimiento sobre el césped diese un salto. Pero no lo consiguió. Ahora, Baraja agota sus últimas balas para revertir la situación, ya que una nueva derrota en Valladolid podría ser definitiva para su futuro en el banquillo.