/ OPINIÓN

Baraja tendrá que afrontar

3/12/2023 - 

VALÈNCIA. Rubén Baraja era un futbolista que destacaba por su magnífico desplazamiento del balón en largo. Desde su atalaya en el centro del campo, mandaba la pelota hacia arriba con la precisión de un reloj suizo. El Pipo tenía una visión de juego espectacular. Como entrenador, también ha demostrado que es capaz de desplazar debates hacia más adelante. Eso es lo hizo el pasado viernes cuando en rueda de prensa se le preguntó por la más que presumible ausencia de fichajes en el mercado de invierno. "Me pilla lejos", afirmó, eludiendo cualquier atisbo de polémica. Se podría decir que, más que un desplazamiento en largo, lo suyo fue un despeje en toda regla. 

Después de que esta pasada semana se hubiera anunciado que Peter Lim no estaba por la labor de reforzar al equipo, y que ni siquiera iba a realizar una inversión mínima en el mercado, se esperaba con mucho interés lo que pudiera decir Baraja en su comparecencia ante la prensa. ¿Tendremos titular de impacto?, se preguntaban los ansiosos los periodistas. Pero el técnico fue prudente. Muy prudente. Con un discurso preparado al detalle por sus asesores externos (algunas veces incluso lo lleva escrito), optó por no meterse en ningún charco. 

Hay quien pueda pensar que su discurso no fue valiente. Que el entrenador tendría que haber sido vehemente y haber exigido fichajes a la propiedad de forma pública porque la plantilla es muy corta. Bueno, es una opinión. Pero no la comparto. Yo estoy del lado de Baraja. Entiendo que decidiera no encender la mecha. Al menos, de momento. Es más, considero su postura hasta inteligente. A veces hay que ser prudente. Tocarla hacia atrás. Esperar el momento. Y eso es lo que hizo el técnico. Porque nos esperan un par de meses intensos en los que conviene estar muy centrados: Getafe, Barça, Rayo, Villarreal... Cuidado. 

Otra cosa es lo que Baraja pueda pensar y exprese en privado. Porque el técnico no es tonto. Para nada. El Pipo es lo los que preguntan sabiendo la respuesta con el objetivo de examinar a quien tiene delante. Por eso, y conociéndole, estoy seguro que en público se muerde la lengua. Ahora bien, ahí no va quedar la cosa. Más tarde o más temprano, Baraja tendrá que afrontar. Porque ese debate sobre la ausencia de fichajes va a volver como un boomerang. Llegará un momento, al cierre del mercado, en el que no podrá evitarlo. Y ahí tendrá que volver a desplazarlo en largo (a junio), pasarlo al compañero (Corona), o entrar en la disputa a la espera de una más que posible entrada dura del rival (Lim). Ya se verá. 


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