VALÈNCIA. Dentro de las preocupantes noticias a nivel estructural, societario y económico que ofrece el Valencia CF cada día, la pretemporada hace albergar ciertas esperanzas sobre los jugadores de futuro -la gran mayoría de la cantera- que están luchando junto a Baraja para tirar del carro y además hacerse con un hueco en la primera división.
Mientras en la zona de ataque las miradas se centran en la segunda oportunidad para Fran Pérez, el uno contra uno de Diego López o los goles de Alberto Marí, en el centro del campo la pareja Javi Guerra-Pepelu da muestras de ser, probablemente, la la línea más fiable de todo el equipo en estos momentos.
El entendimiento, equilibrio y cohesión que ambos futbolistas le han dado a la línea del mediocampo es una de las noticias esperanzadoras de los primeros ensayos estivales de Rubén Baraja. Todo ello en contraposición de todas las dificultades que el equipo valencianista tuvo en esa posición pese al discurso en enero de Corona en el que aseguraba que: "el tema del mediocentro es un debate en el que nos hemos quedado anclados en el pasado cuando creo que lo hemos solventado (...) Para mi no hay debate en el pivote defensivo".
Aún así y en la campaña anterior, por ese eje del centro del campo hubo que hacer encaje de bolillos hasta la irrupción de Javi Guerra. Por ese lugar pasaron Hugo Guillamón, Nico González, Ilaix Moriba y hasta incluso Yunus Musah, para que en el tramo decisivo por la salvación para el equipo, los de Baraja se sustentaran en la tripleta formada por Javi Guerra, Nico González y André Almeida.
El portugués está al llegar, y dado el cambio táctico de Baraja que hasta ahora se ha decantado claramente por un 4-4-2 -en el que la dupla Guerra-Pepelu parece inamovible-, la pregunta en bien clara ¿Dónde encajar a André Almeida?
Las dos primeras opciones hablarían de una modificación de dibujo. Así del 4-4-2 visto hasta la fecha se pasaría a un 4-2-3-1 en el cuál el portugués sería quien ocuparía la parcela central de los tres mediapuntas y jugaría con libertad de movimientos por dentras del nueve de referencia. Otra variante muy similiar sería colocarlo algo más arriba en un 4-4-1-1, fuera del centro del campo y más cerca del delantero centro. Sin embargo, al igual que las ocasiones en las que le ha tocado jugar en punta, Almeida nunca ha acabado de encontrarse cómodo y su rendimiento no ha lucido tanto como cuando ha estado en contacto constante con el balón.
La última de las posibilidades sería ubicarlo en la banda izquierda dada la escasez de efectivos que ahora mismo tiene el equipo en esa zona. No sería un interior que actuara pegado a la banda, que se dejaría libre para el lateral izquierdo (ya que tanto Gayà como Jesús Vázquez tienen buena proyección atacante), y partiría desde un costado para buscar diagonales hacia dentro. Tampoco parece la mejor de las soluciones teniendo en cuenta todo el potencial futbolistico que se le presupone al de Guimaraens. Por otro lado, no hay que olvidar la exitosa experiencia de la temporada 2020/21 de la pareja Pepelu-Almeida en el Vitória de la liga lusa.
El sábado hay amistoso entre Valencia y Alavés en Paterna, y puede que ya podamos comenzar a tener pistas de cómo quiere resolver Baraja la incógnita de la ubicación de André Almeida.