VILA-REAL. Ambos han tenido minutos ya con la camiseta grogueta. Uno de ellos incluso sabe lo que es celebrar un gol en La Cerámica. Sin embargo, el endiablado ritmo del inicio de temporada ha obligado al Villarreal a presentar al central caboverdiano Logan Costa (23 años) y al delantero francés Thierno Barry (21 años) este jueves, un par de días antes de la visita a Mestalla por la cuarta jornada de Liga.
Barry tuvo 25 minutos ante el Sevilla y algo más de media hora ante el Celta, contra el que anotó de cabeza en el primer balón que tocó y provocó el decisivo penalti que transformó Parejo. Por su parte, Logan Costa debutó en ese mismo encuentro ante el Celta, dejando buenas sensaciones en su primera media hora de amarillo.
Son las dos apuestas más importantes del mercado del Submarino en lo que a coste de traspaso se refiere. Por Thierno Barry el Villarreal pagó 13,5 millones al Basilea más uno y medio en variables, mientras que Logan Costa se convirtió en el defensa más caro de la historia del club de La Plana Baixa con un coste de 17,5 millones que podrían llegar a los 19 incluyendo bonus.
A este último se le vio muy motivado y con la intención de adaptarse lo más rápido posible a España, a Vila-real y al equipo. "Voy a aprender español rápidamente para integrarme", prometió el ex del Toulouse antes de dejar claro que ya se ve preparado para ser titular si Marcelino García Toral así lo requiere.
Logan Costa se definió como un "defensor moderno", pero también quiso recalcar que su objetivo principal es dejar la portería a cero en cada partido. Algo muy necesario para un Villarreal que viene de encajar 65 goles en la pasada Liga y que ya ha recibido 6 en las tres primeras jornadas de este curso.
Una defensa que debe mejorar y en la que militan Raúl Albiol y Eric Baillly, dos futbolistas experimentados a los que Costa tendrá como "maestros". "Es un honor trabajar a su lado, creo que puedo aprender de ellos y sumar". Sobre el Villarreal y la liga española, el joven central afirmó que se trata de "la mejor liga del mundo" y que le gusta el club groguet por "su estilo y juego de posición".
Por su parte, Thierno Barry se encargó de aclarar desde el principio que no viene para sustituir a Alexander Sørloth: "No vengo a sustituir a Sørloth, él hizo su aquí su historia y es un jugador con más de diez años de carrera profesional. Yo vengo a hacer mi trabajo, no puedo decir cuantos goles marcaré pero yo también quiero escribir mi historia en este club".
Además, Barry se mostró muy feliz por el calor que está recibiendo por parte de la grada. "He sentido conexión con la afición desde que llegué, el otro día escuché mi nombre mientras calentaba y entré en el partido con muchas ganas. Soy un jugador que se deja llevar por las emociones", confesó.
Y si está feliz por su conexión con la afición, también lo está por el trato que está recibiendo por parte de sus compañeros y de su entrenador. "Que gente tan veterana como Albiol y Bailly me den ánimos y confíen en mi me pone muy contento", dijo sobre sus compañeros, mientras que a Marcelino le tiró un gran halago.
"Es la primera vez que para mí es un placer escuchar a mi entrenador porque aprendo mucho. Me ha llamado varias veces para hacer trabajo individual y eso demuestra que quiere que mejore y que confía en mí. Siento que ha sido la mejor decisión venir a Villarreal", concluyó.