Batalla por el centro del campo

VALÈNCIA. En el nuevo concepto de fútbol que Gennaro Gattuso ha implementado para su equipo, el centro del campo es fundamental para un dominio de la pelota y para ser protagonista con el balón. Y precisamente el trío que Gattuso coloca en el centro del campo es uno de los pilares sobre los que se asienta el equipo del italiano.

El técnico calabrés ya ha encontrado un once tipo con una sóla duda por línea. La portería está clara con Mamardashvili. En la defensa sólo está en duda el central que acompañe a Diakhaby, a Thierry y a Gayà. Arriba queda saber si Edinson Cavani será el "nueve" acompañado desde las bandas por los Samus (Castillejo y Lino) en la delantera.

También hay una sola duda en el centro del campo. La marcha de Carlos Soler con el campeonato comenzado dejó un hueco en la zona ancha en el que hay tres candidatos que hasta el momento se han ido turnando para cubrir.

Tan claro es que hay un hueco con tres candidatos, como que hay dos jugadores que para Gattuso no admiten discusión (siempre dando por hecho el aval de su esfuerzo diario en el trabajo en Paterna).

Uno de ellos es Hugo Guillamón. Para Gattuso el joven criado en la Academia le cubre a la perfección el lugar destinado para el futbolista que debe dotar de equilibrio el centro del campo. Tiene buena colocación sobre el terreno de juego, lo cual le ofrece una ubicación adecuada sobre el terreno de juego. Para Gattuso, el canterano lee bien los partidos, y tiene buen pie para ayudar en la salida de balón. El sitio de "6", sin dudas para Gattuso lleva el nombre de Hugo Guillamón.

Algo similar ocurre con Yunus Musah. Desde los primeros entrenamientos Gattuso tomó para bien la matrícula del norteamericano. Yunus es para Gattuso el centrocampista diferente, el que le imprime el ritmo a la circulación de pelota, el que rompre líneas con una carrera llena de potencia y velocidad. El "box to box" necesario cuando se necesita algo más que desplazamiento de pelota. Además, su despliegue físico no está reñido con destellos como la asistencia a Samuel Lino ante el Getafe para que el brasileño marcara el 2-0 o el zambombazo que sólo el VAR privó de convertirse de ser el 1-0 del Valencia CF ante el Atlético de Madrid.

Con Guillamón y Yunus como fijos en la zona ancha falta por cubrir un tercer lugar en el centro del campo que aún no tiene dueño. Comenzó ocupándolo con muy buen pie, Nico González. El gallego dio una exhibición en la goleada ante el Getafe. Además de anotar un gol de cabeza a la salida de un córner, el gallego estuvo muy participativo. Siempre cerca de la zona en la que circulaba pelota, Nico aparecía para recibir la pelota cuando el compañero que la conducía tenía los espacios cerrados y descargaba de cara a un toque para hacer paredes que liberaran a quien acabara de enviarle el esférico. 

Sin embargo, Nico naufragó en la derrota de Vallecas al igual que todo el equipo. A la desgracia del segundo gol local en propia puerta, además Nico perdió su marca en en el primer gol. Su poca participación y falta de soluciones en la zona ancha lo enviaron al banquillo para el partido contra el Celta.

Ahí aparecieron Ilaix Moriba y André Almeida. Ilaix apareció en el equipo ya en el tramo final del encuentro ante el Getafe y no pudo tener continuidad en Vallecas por una doble amarilla que le impidió estar ante el Rayo.

Para el encuentro ante el Celta Gattuso también le dio salida a André Almeida desde el inicio. Al portugués le costó encontrar su sitio en la primera mitad, pero en la segunda mitad el de Guimaraes lucó en todas las facetas. Certero en la conducción, omnipresente en el apoyo al compañero, con atrevimiento para buscar el pase en tres cuartos y mortífero en el zambombazo que cerraba el marcador ante los vigueses, Almeida presentó su candidatura a luchar por el hueco de tercer centrocampista.

Lo que está claro es que Gattuso ya tiene una base sólida, y que para los pocos huecos que hay libres, la competencia es feroz. Afortunadamente de eso se van a beneficiar el propio entrenador y un equipo que sigue construyéndose sobre la marcha.