VALÈNCIA. El Levante está estancado. Golpea con la misma pared, con resultado dispar, a pesar del arsenal de cambios que Mehdi Nafti introdujo en su once inicial. La falta de conexión y fluidez a la hora de crear peligro sobre la portería contraria fue similar a la del resto de ocasiones en que el equipo granota se ha empantanado en las mismas lides. Sí hubo victoria ante el Villarreal, pero el mal endémico persistió hasta que alguien no reabrió la lata en un latigazo, como perfectamente pudo llegar el gol de la victoria en El Plantío. La tuvo De Frutos, también Róber Ibáñez, incluso Wesley se topó con el palo en un cabezazo tras centro lateral. El gol no llegó y, aunque Nafti dijo que lo hará "algún día", de momento parece estar demasiado lejos.
El franco-tunecino buscó algo parecido a lo que mostró fente al Villarreal B hace dos semanas, al menos en torno a la relación de nombres en la alineación de arranque. La gran sorpresa: Pepelu se quedó fuera del once e Iborra inició solo en el pivote. El hombre encargado de arroparle, un Montiel que se pierde cuando habita en sala de máquinas y aparece como un destello cuando pisa tres cuartos de cancha. Ese 'vacío' de la medular, con motivos -no respondió a ningún castigo fuera del entorno de la pelota, confirmó el entrenador-, chocó con el repoblamiento de la zona ancha a medida que se acercó el final del encuentro. Entró Pepelu por Róber Ibáñez y, ya en la recta finalísima, Pablo Martínez en lugar de Montiel.