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Emery insiste en que detrás de este conflicto solo hay causas deportivas: no ve que Ben Arfa esté dando el máximo de sus posibilidades
VALENCIA. El París Saint-Germain adquirió este verano al díscolo volante Hatem Ben Arfa con la esperanza de que a sus 29 años por fin hubiese aprendido a canalizar toda su calidad. Pero este "capricho" del dueño catarí del PSG se ha convertido en el primer dolor de cabeza para el entrenador español Unai Emery.
Que Ben Arfa no es un jugador fácil para sus técnicos es algo que a Emery nunca se le pasaría por alto.
El entrenador vasco exige a sus jugadores un alto nivel de compromiso con la causa, comenzando por los entrenamientos, en los que el talentoso media punta galo acostumbra a remolonear.
Tras dejarlo tres partidos consecutivos fuera de la convocatoria (incluido el debut en Liga de Campeones contra el Arsenal), Emery ya tiene en su banquillo un "caso Ben Arfa", amplificado por los medios en Francia, donde se rinden ante un jugador diferente y mágico.
"No eres Messi", le espetó el técnico al futbolista en un entrenamiento, según revela hoy el diario deportivo "L'Équipe", que destaca la tensa relación existente entre los dos.
Emery insiste en que detrás de este conflicto solo hay causas deportivas: no ve que Ben Arfa esté dando el máximo de sus posibilidades y ha llegado a reprocharle que intente ganar los partidos por sí solo.
Y eso que la temporada no empezó mal del todo para el francés. Ben Arfa -que llegó como primer fichaje del PSG, antes incluso que Emery, y avalado por el presidente del club, Naser al Khelaifi- fue titular en algunos choques de pretemporada y volvió a serlo en las jornadas 1 y 4 del campeonato francés.
Desde entonces, ni rastro de él en las alineaciones, pero, como siempre, mucho ruido a su alrededor.
Su forma de reivindicar un lugar en el último partido que vio desde la grada, contra el Dijon el pasado martes (3-0), fue llevarse a su amigo el actor Jamel Debbouze, una de las personalidades más queridas por los franceses y muy cercano al presidente del PSG.
También ha contado con el respaldo de declaraciones públicas de sus aliados en el vestuario, como Thiago Motta, Adrien Rabiot o Marquinhos, que se declaran dispuestos a cooperar para que el volante recupere su mejor nivel de juego.
Ben Arfa parecía un futbolista condenado al ostracismo definitivo hace apenas un año, cuando el Niza le dio la oportunidad de regresar a la liga francesa tras un paso de cinco años por Inglaterra poco productivo.
El Newcastle y el Hull City, cedido en la 2014-15, vieron cómo la eterna promesa francesa no acababa de explotar como todo el mundo esperaba, por lo que su vuelta a Francia se produjo por la puerta de atrás.
Sin embargo, una fulgurante campaña en el Niza, donde metió 17 goles y dio seis asistencias, recuperó para el fútbol al jugador, que se quedó fuera de la Eurocopa tras, según desvela hoy "L'Équipe", haber exigido al seleccionador Didier Deschamps poder llevarse a su médico alternativo personal, Pierre Maroselli.
El PSG, ansioso por afrancesar su plantilla, le abrió las puertas de par en par con un más que suculento contrato de 15 millones de euros brutos anuales.
Pero hasta el momento, para desgracia de Emery, Ben Arfa ha mostrado más sus credenciales como jugador díscolo y complicado para los entrenadores que sus habilidades como gran futbolista al que todavía se sigue esperando.