BENIDORM (EFE). Después de una exitosa primera edición de la Copa del Mundo de Benidorm Costa Blanca, la próxima cita prevista para el 21 de enero espera un récord de 20.000 asistentes para presenciar el mayor espectáculo posible, el duelo entre los grandes monstruos del ciclocrós, el neerlandés Mathieu Van der Poel, el británico Tom Pidcock, ya confirmados, y el esperado belga Wout Van Aert.
Con algunos cambios en el recorrido y la certeza de contar con los mejores, la prueba de Benidorm fue presentada en Madrid con presencia del alcalde de Benidorm, Toni Pérez, el director del evento, Pascual Momparler y el presidente de la Federación Española de Ciclismo, José Luis López Cerrón.
Van der Poel, cinco veces campeón del Mundo de ciclocrós y actual arcoíris en ruta, defenderá el título logrado el pasado mes de enero en Benidorm, pero el atractivo que ilusiona a los seguidores que llenarán el recinto será el duelo a tres, contando con Pidcock, ya fijo en la salida, y la posibilidad de Van Aert, aún por confirmar. Junto a los ilustres, el multicampeón español Felipe Orts, en su mejor momento de forma.
En el apartado femenino la organización también espera un cartel de lujo, empezando por la francesa Pauline Ferrand-Prévot, campeona mundial de ciclocross y también mundial y olímpica de BTT.
LA PRUEBA APORTA UNA SUBIDA NUEVA PARA MEJORAR EL ESPECTÁCULO
La principal novedad anunciada por Pascual Momparler es la inclusión de una subida nueva en el recorrido y algún cambio en el espacio de los espectadores que sigan la prueba, que se esperan en una cifra próxima a los 20.000.
"Hemos puesto una subida más dura que va a romper la carrera, con la idea de que no se ruede tanto en grupo y favorezca a algún valiente que quiera marchar escapado. Para el espectador habrá nuevos espacios, y podrá seguir la carrera desde muchos más sitios", dijo Momparler.
La organización ha previsto superar las 15.000 entradas vendidas el pasado mes de enero y llegar a las 20.000, cifra que supondría un récord.
Después de un año de la primera edición, el alcalde de Benidorm y presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez destacó la sorpresa al alza que se produjo en 2023 respecto a los cálculos iniciales.
"El éxito de este año nos sorprendió, esperábamos un aforo de 7.000 personas y se vendieron 15.000 entradas. La Copa del Mundo se siguió en muchos países del mundo, también en mercados turísticos como países de Centroeuropa y Reino Unido. El mejor balande previsto se multiplicó por 2", explicó el alcalde de Benidorm.
La Copa del Mundo, según explicó Toni Pérez, tiene "una gran repercusión en la ciudad en términos deportivos y de promoción turística", ya que las familias que acuden a la prueba ciclista también disfrutan de la localidad de la Costa Blanca.