BERLÍN (Enviada Especial). Todo se reduce a 40 minutos. Valencia Basket puede conseguir hoy, 12 de abril de 2018, el objetivo de la temporada. El título de la Eurocup, el cuarto que conseguirían los taronja, y el billete para la Euroliga están a un partido de distancia. Y, sí. Todavía estamos a mes de abril. El conjunto de Jaume Ponsarnau pasó por encima del Alba Berlín en el primer partido de la final que se celebró el pasado martes en la Fonteta. El segundo choque se ha trasladado a Berlín donde el Mercedes-Benz Arena se va a teñir de taronja. Más de 800 aficionados se han desplazado a la capital alemana para dar todo el apoyo posible a la plantilla. Una décima parte de la Fonteta, que se dice pronto, frente a los 15.000 aficionados que caben en el pabellón germano.
La primera expedición a Berlín con jugadores, cuerpo técnico, directivos y demás socios VIP partieron ayer por la mañana en vuelo chárter. Tanto Guillem Vives, que es baja por un desgarro en la unión miofascial de los músculossartorio y aductor largo de su pierna derecha, como Sergi García, quien probablemente sea el descarte, viajaron con sus compañeros. Si se levanta el título deben estar todos presentes. El equipo entrenaba por la tarde y había atenciones a la prensa previo a este segundo asalto. Esta mañana ha partido la segunda expedición, también en vuelo chárter, con el resto de la 'familia taronja'. Un gran despliegue valenciano con un único objetivo: sentenciar la final y evitar un tercer partido en la Fonteta.
En estos momentos, Valencia Basket lleva una racha de 15 triunfos consecutivos en la competición continental. El pasado martes igualó el récord de victorias seguidas y esta noche podría conseguir una nueva marca ampliándola a 16. De no hacerlo, el conjunto taronja vería cómo el conjunto de Aíto destruye ese castillo de arena, igualando la eliminatoria y abriendo el baúl de los recuerdos. Todavía sigue muy presente aquella final de la Eurocup de hace dos temporadas en la que Valencia Basket ganó el primer partido con ventaja de campo y Unicaja acabó dándole la vuelta a la serie y levantando el título en la Fonteta.
Muchos jugadores actuales de la plantilla vivieron el que fue uno de los peores momentos que se recuerdan y también el mismo Jaume Ponsarnau, que era segundo entrenador de Pedro Martínez. Por eso mismo, la concienciación de que no se puede desaprovechar ninguna oportunidad es total y máxima. La clave pasa por repetir los aciertos del primer partido y corregir aquellos errores que pudieron haber costado caro.
En primer lugar, todo pasa por la defensa. Valencia Basket dejó en 75 puntos al equipo más anotador de la competición con 88 puntos anotados por encuentro. Una cifra que aumenta cuando juegan ante su público hasta los 90,5 puntos. La primera clave estuvo en el rebote tanto defensivo como ofensivo (los taronja capturaron casi el doble de rebotes que los alemanes) para evitar que el Alba juegue como más cómodo se siente: en transición. Lo cierto es que prácticamente no pudieron hacerlo. La segunda clave estuvo en la defensa sobre Luke Sikma. El MVP de la Eurocup se quedó en unos números mucho más pobres de lo habitual con solo 7 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. El trabajo de Will Thomas fue excepcional, no solo secando al norteamericano, sino también atacándole con 22 puntos anotados.
Sin embargo, no será tan fácil asaltar en este sentido el Mercedes-Benz Arena. Valencia Basket deberá también hacer un gran esfuerzo ofensivo. El equipo de Aíto ha obligado a todos sus rivales que le han ganado en su casa a anotar más de 90 puntos para conseguirlo. El martes los taronja se quedaron en 89 en la Fonteta. Eso sí, una asignatura pendiente es frenar el acierto de tres puntos de los alemanes, que acabaron con un 50%. El base Peyton Siva y el escolta Martin Hermansson hicieron muchísimo daño pese a la buena defensa de Van Rossom, Diot o Sastre.
Hoy Rafa Martínez podría convertirse en historia pura de la Eurocup. Si Valencia Basket levanta el trofeo se convertirá en el primer jugador en conseguir ganar en tres ocasiones este trofeo. Las anteriores fueron en 2010, precisamente el Alba, y en 2014 en Kazan. Van Rossom y Dubljevic levantaron también este último. Para Sergi García, Alberto Abalde, Louis Labeyrie, Mike Tobey, Matt Thomas y Aaron Doornekamp sería la primera vez que lo levantan. Antoine Diot, Will Thomas y Guillem Vives buscarán quitarse la espina de la final contra Unicaja de hace dos temporadas. Pero quienes realmente necesitan resarcirse son Fernando San Emeterio y Joan Sastre. Además de la final de 2017, ambos perdieron anteriormente una final de la Eurocup. El cántabro lo hizo jugando en Girona en la campaña 2007-08 y el balear mientras estaba en las filas del Baloncesto Sevilla en 2011. No querrán perder una tercera.