bombeja agustinet! / OPINIÓN

Partido de transistor, como en los 80

30/10/2023 - 

VALÈNCIA. El ascenso de Tercera a Segunda B de la 83/84 fue importantísimo. Veníamos de la depresión post-Cruyff. Con el equipo en plazas de ascenso a Primera, se fichó al astro holandés, se estropeó el vestuario y se acabó en mitad de tabla y en la encrucijada económica. Al curso siguiente emergió la dimensión de la catástrofe desastre contable y se descendieron dos categorías de golpe, una por deméritos deportivos y otra por deudas.

En un suspiro, el levantinismo pasaba de saborear el sueño de Primera a verse jugando en campos de tierra, en la cuarta categoría. Escapar del pozo era esencial, pero el primer año se cayó en la promoción, ante el Ensidesa. Al siguiente, tras eliminar al Fuengirola, el Llevant venció al Ourense en Orriols, con un inolvidable testarazo de Claudio Barragán, joya de la cantera, y empató en la vuelta, con el tanto de Latorre. Manolo Tatay salió a hombros de O Couto, llevado en volandas por la hinchada levantina desplazada. Los que nos quedamos en Valencia escuchamos la narración de Antonio Conejero. He refrescado la memoria de aquellos tiempos gracias a José Luis Pérez Sala, “el Duende”. Seguramente la retransmisión fue en Radiocolor, la misma emisora en que Jorge Albi emitía su mítico programa La conjura de las danzas. En aquellos años, solo Conejero y Pedro Monsalve ofrecían partidos por la radio en clave granota.

Como si estuviéramos en Tercera y la tecnología no se hubiese disparado en estos 40 años, ningún levantinista podrá ver el partido de Copa, si no se desplaza un martes a Logroño. Los dirigentes que sufre nuestro fútbol ha vendido los derechos televisivos sin obligación de retransmitir los partidos. Ni como ni dejo comer. Se imaginan que vendo los derechos de mi próxima novela y la editorial, después de pagarme, decide no publicarla. Pues lo mismo. 15.000 socios de un club profesional no pueden ver un partido de su equipo en 2023. Surrealista. Y el club ni siquiera es capaz de gestionar la compra de los derechos para emitirlo como sea. La afición es sagrada. Este “negocio” cuenta con variables sentimentales y emocionales que no permiten ciertas negligencias. Como que nos quedemos sin ver al Llevant por la ineptitud de quienes firmaron el contrato de derechos y de quienes no supieron buscar una solución.

••• ¿Subimos con calleja? El curso pasado, el míster tiró el ascenso directo a la basura, con su falsa de ambición, y se conformó con la lotería del play-off, pese a contar con los futbolistas mejor pagados de Segunda. Este año la plantilla es mucho más barata, pero más ambiciosa, con más coraje y determinación. Sin embargo, el desbarajuste táctico y la falta de ambición, de nuevo, nos condenan.

••• Desbarajuste táctico en Andorra. el Llevant salió con Cantero y Martínez de carrileros, condenando sus virtudes y además sin ejercer de tal, con tres centrales y tres en la medular, y Algobia incrustándose como cuarto central, por momento. Dos puntas perdidos y sin enganche. Un equipo sin dominio, sin balones filtrados a los delanteros, sin bandas y sin apertura de campo (como en Tenerife), sin ocasiones de peligro, con todo el protagonismo para un rival que luchaba por escapar de la zona baja. Tras el descanso, la banda derecha del Llevant fue una autopista: a Calleja se le ocurrió meter a Brugué por Cantero y dejarla huérfana, sin reajustar nada. Y sacar del campo a Kocho, el mejor hasta el momento, para poner a Romero en tierra de nadie. El desbarajuste fue creciente y el Andorra vivió la fase más plácida del partido. En el 59’ el míster decidió corregir, al fin, los esperpentos anteriores: metió a Xavi Grande en la derecha y a Lozano y reactivó un 4-3-2-1 más lógico. Justo en ese momento se adelantaron los del Principat. Para entonces el equipo ya era un camarote de los hermanos Marx, confuso, liado, inoperante, sin extremos, y enfrente tenía a un Bayern crecido, que aún generó más peligro. Veremos si el CD Varea, quinto clasificado de la Tercera RFEF riojana, también nos saca los colores. A ver si salimos a especular con el 0-0 inicial, como acostumbramos a hacer.

••• ¿Cantera? Sí pero no. Con el paso de las jornadas da la sensación de que las virtudes de nuestros futbolistas, que fluyeron en algunos partidos del inicio liguero, se han encasquillado. Se ha perdido la confianza y los jugadores parecen peores de lo que son. Hay bajas importantes, pero todos los equipos lidian con ese problema. No se reforzaron los laterales porque, en teoría, se contaba con Grande y Marcos, aunque a la hora de la verdad el míster prefiere urdir cualquier esperpento táctico que recurrir a ellos, justo como hizo el año pasado con Pubill, durante muchas jornadas.

••• El finiquito. Dicen las malas lenguas que el único motivo por el cual Calleja sigue en el banquillo blaugrana, hace tiempo, es porque no hay dinero para pagarle el finiquito y traer a otro. ¿Y el capital de Danvila? Hay dos cosas que son más importantes que ninguna otra, en el “negocio” del fútbol: respetar y cuidar a la hinchada, y fiscalizar que el equipo cumpla con las expectativas. Y si no lo hace, buscar soluciones. Todo lo demás es secundario. Tengo la sensación de que ni los que estaban ni los que están tienen claro ni lo uno ni lo otro.


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