¿A qué juega el Llevant de Nafti? 

VALÈNCIA. Detesto tener razón. Demasiados futbolistas físicamente cogidos con pinzas, escribí. Nos quedamos sin Saracchi en el primer suspiro de la temporada, y ahora sin Mustafi. Sin duda los mejores lateral zurdo y central de la categoría, dos puntales de este equipo que podría ser de leyenda si Natfi lo hace jugar. Pocos futbolistas para el eje de la medular. No hacía falta ceder a Giorgi y Blesa, escribí. Pepelu está fuera, Campaña es duda y se respira cierta histeria. Debilidad manifiesta en el centro de la defensa, si recae Mustafi o se deconecta Vezo, escribí. También.

Quizá lo que mejor ha funcionado en estas cuatro jornadas sea el doble pivote Pepelu-Iborra. Y eso que aún tiene un margen de crecimiento muy amplio. Y Wesley como ancla y referente arriba, aunque mal aprovechado. No le llegan balones: apenas de espaldas, ninguno de cara propicio para el remate. Sólo pepinos. Pablo es un futbolista disciplinado y listo, aunque su vocación un punto ofensiva no le hace tan fiable como Pepelu. Ya sabemos que Iborra siempre hacer mejor a quien tiene al lado. Sucedió en su día, hace una década, con Xavi Torres, que jamás jugó tan bien como a su vera. Y está sucediendo con Pepelu, para construir una dupla que puede ser legendaria. Seguro que Pablo también es capaz de ofrecer las mejores prestaciones junto a él. Por ahí podemos estar tranquilos. Pese a las bajas, el equipo, nombre a nombre, hombre a hombre, es competitivo.

El problema es no carbura a nivel coral, no sabe a qué juega, no impone su fútbol, no tiene una personalidad definida, cede en exceso la iniciativa al rival, cuando tiene jugadores para ser dominador siempre. Y además repite errores tácticos, jornada tras jornada: laterales imprecisos que penalizan la salida del balón y facilitan la presión del rival; banda izquierda sin extremo ni coberturas, situación que debilita más si cabe las ya de por si frágiles prestaciones defensivas de Franquesa; Joni y Campaña se solapan en la media punta; balones interiores (inocuos) pero pocos centros al área (y malos) y así es difícil aprovechar la corpulencia y el arrastre de Wesley, las segundas jugadas y las llegadas desde atrás; como no se es dominador del juego, no hay una estrategia clara para jugar sin balón: a veces se presiona; otras, de forma desordenada, generando inferioridad, o no se hace. Etcétera.

¿Posibles soluciones? De entrada y pese a las bajas hay que sacar a Franquesa de la ecuación: las mejores prestaciones de Son el curso pasado fueron a pierna cambiada. Quizá pueda repetir, con Pubill a la derecha, y Álex en el centro, junto a Vezo; quizá Pubill y Álex en bandas; quizá un segundo ariete, junto a Wesley, y De Frutos-Cantero en los extremos, haciéndoles llegar balones. 

Pero sobre todo hay que dar un puñetazo sobre el tablero y llevar la iniciativa, manejar diversas opciones de ataque para adaptarse al curso del partido. Todo hasta ahora es demasiado previsible y ramplón. Así es difícil sumar a ritmo de ascenso, ni aún con la que, dicen, es la mejor plantilla de Segunda. Quizá lo sea, pero está claramente desequilibrada.

••• José Martí, con sus Vivencias granotas, ha sido una voz lúcida entre el paupérrimo (crecientemente paupérrimo) panorama mediático levantino. En un penoso contexto de click bait y praxis periodística que deshonra la profesión, se apaga, sin la cobertura de un gran medio, el impacto del altavoz analítico y sensato de uno de los pocos columnistas de la Valencia blaugrana, que ahora publica en www.vivenciasgranotas.com.