VALÈNCIA. El Valencia crece desde el bloque bajo. Afrontó Bordalás un momento crítico del equipo con siete jornadas sin ganar, dudas en el juego y tres partidos de máxima exigencia con Villarreal, Atlético de Madrid y Real Sociedad. Para ello, el técnico alicantino aprovechó la ausencia de Maxi Gómez para poblar el centro del campo con cinco hombres y dejar a Guedes como única referencia ofensiva.
Con el nuevo sistema que ha trazado Bordalás, el Valencia ha retrasado sensiblemente su línea defensiva y ya no busca tanto al rival en campo contrario. El motivo reside en el sufrimiento que había experimentado el equipo cuando dejaba mucho espacio a la espalda de su defensa. Contra el Villarreal fue el primer ensayo que salió con un gran resultado. El Valencia se reencontró con la victoria y dejó la portería a cero.
Sin embargo, Bordalás repitió el mismo guion contra el Atlético de Madrid, pero no obtuvo el resultado esperado. Luis Suárez abrió la lata y obligó al Valencia a adelantar su posición. Griezmann aprovechó un contragolpe y Vrsaljko la confusión tras el gol para hacer el 1-3. Pese al éxtasis que provocó el 3-3 con 'doblete' de Hugo Duro, Bordalás lanzó un mensaje contundente sobre la imagen que ofreció el equipo a nivel defensivo, con una cifra de goles encajados que calificó como una "barbaridad".
Sin Gabriel Paulista, el Valencia volvió a apostar por defender muy cerca de su portería para proteger a la pareja Alderete-Diakhaby. Bordalás acertó y en el Reale Arena se vio un equipo que se acopla más a lo que quiere el entrenador. Ahora, tras hacer cinco de nueve y con un calendario más suave, la incógnita será si Bordalás mantiene este planteamiento en Mestalla contra rivales como Rayo o Elche o bien vuelve a poner en escena un 1-4-4-2 con una presión más adelantada.