VALÈNCIA. "Vengo a ayudar y a intentar recuperar el ADN de este club" dijo José Bordalás en su primera comparecencia pública como entrenador del Valencia CF. Una frase que cazó al vuelo la propaganda institucional para comenzar a hablar del ADN Valencia como lema y bandera del nuevo proyecto.
En aquella rueda de prensa de presentación se pudo ver un técnico sonriente que hablaba de su llegada al Valencia CF como el mayor reto de su carrera: “Vengo con mucha ilusión. Es un desafío. He estado cinco temporadas en el Getafe. Como profesional es un desafío increíble", dijo un Bordalás que instó a olvidar el pasado y dibujar un futuro mucho más optimista del que relataban los hechos ocurridos en el club con sus predecesores: "Siguen hablándome de la temporada pasada. Yo siempre hablo del presente. Ustedes son pesimistas, yo no lo soy", aseguró el entonces nuevo entrenador que llegó a referirse a Anil Murthy como "mi presidente".
Se producen ya ese mismo verano cuando el propio entrenador percibe que -a excepción de Alderete- el club no cierra ningún fichaje. Hasta el tramo final del mercado no le completan el equipo y se quedan dos posiciones por cubrir: la de central y la de mediocentro defensivo. La promesa por parte de Murthy es que se cubrirán esos huecos en el mercado de invierno. Bordalás confía y se muestra conciliador con la propiedad al cierre del mercado de verano, aún reconociendo que han faltado incorporaciones: "No es momento de hacer valoraciones de ese tipo. Sí que es verdad, que sabemos de las dificultades y nos hubiera gustado que hubieran llegado algunos jugadores que no han podido llegar pero los que han venido lo han hecho con una ilusión enorme".
El buen arranque liguero entierra el primer atisbo de desconfianza y con la imagen del entrenador aún casi intacta para la propiedad se produce un encuentro telemático entre Bordalás y Peter Lim. Algo que no se produjo con su antecesor Javi Gracia y que el club se apresuró a airear. De hecho se dijo que habría una segunda reunión para profundizar en las incorporaciones con vistas al mercado de invierno. Ese segundo encuentro, no se ha producido a día de hoy.
Se produce en el mercado de invierno. Bordalás pide desesperadamente un mediocentro defensivo y un central. No sólo no le traen el ansiado mediocentro sino que le debilitan el equipo en esa zona al traspasar a Wass al Atlético de Madrid. Los mensajes en rueda de prensa cambian el tono y apuntan a la inacción de la propiedad y a la falta de consenso (de la que tanto alardeó Murthy en la presentación del técnico). El 3 de enero y antes del encuentro copero ante el Cartagena, Bordalás ya advierte de que no le vale cualquier cosa para completar la plantilla: "Hemos trasladado las necesidades que tiene el equipo para un momento muy exigente. El Club entiende que es así y que llegarán los jugadores que ayuden. No quiero jugadores para rellenar, no es buen negocio".
Pero los días pasan y los refuerzos no llegan. Se produce la primera gran andanada de Bordalás en la previa del partido de Copa ante el Atlético Baleares. Días antes trasciende el enfado del técnico quien se desentiende del mercado de fichajes y no lo niega en su comparecencia pública: "Es el club el que toma decisiones. No puedo decir nada más respecto. Yo me limito a entrenar y nada más. El presidente toma las decisiones y debe valorar muchas cosas, también a nivel económico y otras variantes que a mí se me escapan". A partir de ahí se producen varias declaraciones en sala de prensa en esa misma dirección. Tras perder 3-2 en el Metropolitano (tras ir ganando 0-2) debido a la falta de recursos en el banquillo, Bordalás se muestra más crudo que nunca: "Todos lo estamos viendo: el equipo necesita ayuda de manera urgente. Y la necesitamos desde verano. Y si no, acabaremos mal. Los chicos que entran intentan ayudar, pero hemos pagado la inexperiencia. Les falta mucho para poder competir estos partidos. Cuando nos hemos enfrentado a equipos de media tabla hacia arriba nos faltan muchas cosas. No se le escapa a nadie. No podemos dar la espalda a la realidad. Cuando oigo hablar de Europa, hay que tener los pies en el suelo. Tenemos que ser realistas y ahora mismo estamos donde tenemos que estar".
Al final llegan Cömert (Bordalás prefería a Aridane), Ilaix Moriba (se enteró de su llegada con el jugador ya en Valencia) y Bryan Gil (este último más del agrado del entrenador). Tras ese mercado de invierno, la relación entre Bordalás y Meriton (Murthy) se distancia cada vez más...
Si algún hecho ha alargado la vida de Bordalás en el Valencia CF, ese ha sido la Copa del Rey. El equipo del alicantino fue avanzando hasta la final del torneo del KO gracias a unos sorteos favorables y a unas semifinales ganadas con justicia frente al Athletic de Bilbao.
Esa circunstancia ha sido como una especie de 'cloroformo' que ha aguantado dos rachas muy malas en liga. La primera de ellas le tiene siete jornadas de liga sin ganar, de la 5 a la 11 (ambas incluidas). La segunda de ellas de 8 encuentros (de la jornada 30 a la 37).
De por medio desencuentros varios. Recordando que la plantilla que tiene es limitada para llegar a Europa, como hizo tras perder 1-4 ante el Barcelona en Mestalla: "Hemos probado casi todo y somos el segundo equipo más goleado del campeonato. Hay que hacer una reflexión enorme de que no nos da. No nos podemos comparar con los equipos de la zona alta. No hemos sido capaces de ganar a ninguno. A día de hoy, el Valencia CF es un equipo al que no le alcanza. Nos gustaría poder competir con ellos y por eso tengo frustración. Sinceramente, sí que tengo frustración. Estoy muy cabreado porque no era mi objetivo. Estoy frustrado, obviamente. Yo quiero un equipo que compita."
También se produce la acusación sobre el juego del Valencia. Diversos entrenadores (Marcelino, Pellegrini, Lisci) cuestionan la cantidad de veces que el equipo de Bordalás para el juego durante los encuentros y el entrenador del Valencia CF no aguanta más tras empatar en casa ante el Levante y tras unas palabras del entrenador granota: "No me quejo por eso, sino por la corriente que hay contra el Valencia CF. Esto se ha convertido en algo, en la mentira que se habla contra el Valencia CF, es una mentira de curso legal. Lo sueltan porque ven la corriente y queda. Y parece que el Valencia CF es el equipo que hace faltas, que no juega… Si por una falta te enseñan amarilla, tenemos que ser el equipo con más amarillas. La misma falta la hace el rival, hay una falta que la hace en una contra a Carlos Soler, lo cogen por detrás, pero no es amarilla. El equipo que más tarjetas tenemos y es normal. Si la misma falta se nos sanciona con más rigurosidad…". El episodio definitivo se produce con una rueda de prensa muy agresiva tras un empate liguero en San Mamés en el cuál se insulta gravemente al técnico alicantino por realizar un cambio en el último minuto. El club tarda 72 horas en sacar un comunicado público de apoyo a su entrenador.
El Valencia pierde la final de Copa y ahí comienzan a hacerse patentes las diferencias de Bordalás con la propiedad. El técnico elude hablar de su futuro en diferentes comparecencias públicas pese a haber un segundo año firmado: "Los entrenadores no tenemos asegurado nuestro futuro y yo lo entiendo así. Estoy muy feliz y muy a gusto, me siento querido, no tengo porque hablar de un futuro yo vivo el momento", dijo antes de enfrentarse al Levante. ¿Si me encuentro a gusto? "Mucho, sinceramente ¿Hay cosas que se pueden cambiar y mejorar? Indudablemente". Dijo un Bordalás que tampoco parecía tener ya excesivo interés en verse con el propietario del club: "No tengo una preocupación especial en tener que hablar, se habla con el presidente o el director deportivo y no tengo una gran preocupación en no hablar con Lim, en ese sentido no lo pienso, cuando acabe la temporada se suele hablar de cara al futuro, de lo que va a ser el Valencia, la confección de la plantilla, las salidas... y me imagino que eso será lo que haremos". A día de hoy, esa reunión ni siquiera tiene fecha fijada.
Antes de viajar en liga a Bilbao volvió a recordar la necesidad de reforzar el equipo con jugadores de nivel: "El equipo a pesar de llegar a la final de la Copa del Rey no hemos sido capaces de pelear por puestos europeos y eso dice que tiene que mejorar. Entiendo que habrá salidas pero tienen que llegar jugadores de nivel Valencia, si no pues tendremos dificultades". Incluso volvió a ofrecerse para buscar jugadores con los que reforzar a la plantilla: "Siempre intento tener un papel activo, ayudar... hay una dirección deportiva y yo como técnico colaborar para entre todos equivocarme lo menos posible. Conozco la plantilla actual y sé el rendimiento que nos pueden dar y algunos que deban salir porque por mucha voluntad no van a poder ayudar en las exigencias del Valencia CF y entre todos contribuir para un Valencia mejor".
Sin embargo días más tarde el club hacía efectiva la cláusula de compra de Hugo Duro sin avisarle cuando precisamente horas antes el entrenador había asegurado desconocer en rueda de prensa los movimientos del club en ese sentido. Es evidente que no se cuenta con el entrenador para la toma de decisiones en el capítulo de altas y bajas.
Tras la derrota 0-3 ante el Betis, Bordalás vuelve a insistir sin tapujos en la necesidad de reforzar la plantilla para afrontar su segunda campaña en el banquillo: "Doy mi opinión desde la experiencia y desde el nivel y la exigencia actual de la Liga española y cómo se refuerzan todos los equipos". El que no lo quiera ver está ciego, esa es la realidad".
El sábado acabó la temporada con un Bordalás que aseguró no saber aún cuándo volverían de las vacaciones y que sobre si daría en verano la primera rueda de prensa de la pretemporada como entrenador valencianista, dijo que: "En principio no hay motivo para pensar otra cosa".
La realidad es bien diferente, y sólo la duda de si Lim acepta pagar la cláusula para rescindir el contrato de su entrenador es la única incógnita que resta por despejar para saber si Bordalás es amortizado o sigue pese a la desconfianza de la propiedad.
Un año después, se ha diluido lo del ADN, el calificativo de "mi presidente" hacia Murthy y el optimismo que Bordalás exhibió el día que fue presentado en Mestalla como entrenador. Y es que un año de entrenador trabajando para Meriton desgasta mucho más de lo que lo haría en cualquier otro equipo.