VALÈNCIA. Cambio de planes en la portería del Valencia. El técnico del primer equipo, Pepe Bordalás, pretende que Jasper Cillessen sea su portero titular el curso que viene. El preparador alicantino considera que el holandés es un portero de primer nivel y que si el club se desprende de él y acude al mercado en busca de un sustituto no va a encontrar otro que ofrezca las mismas prestaciones al precio que podrá pagar el Valencia. Bordalás conoce que las necesidades del club pasan por vender activos importantes y por desprenderse de los futbolistas con los salarios más altos de la plantilla, pero ha pedido que el meta se quede.
El entrenador, que ya dijo en la rueda de prensa de su presentación que sería comprensivo con los problemas de tesorería de la entidad, entenderá que el club venda al guardameta si llega una gran oferta. Mientras tanto, y siempre que no se dé ese supuesto que atañe al mercado, su opinión es que el holandés no salga.
Con una nómina cercana a los cinco millones de euros brutos por temporada y contrato hasta 2023, el internacional holandés, es, por detrás de Guedes, el jugador mejor pagado del vestuario. Su sueldo quema en el límite de coste de plantilla del club. La intención de Meriton era deshacerse de él, pero es complicado que el mercado actual pueda absorber un traspaso como el que pretende obtener el club de Mestalla y un sueldo similar para el meta en otro equipo.
La decisión de Bordalás y las dificultades de otra ventana de fichajes marcada por la covid-19, pueden provocar un cambio de postura en la planificación de la portería de Mestalla para la 2021-22. Meriton ya intentó colocar a Cillessen, sin conseguirlo, el verano pasado. Vender al holandés y firmar a otro meta titular del mismo nivel no es rentable desde el punto de vista económico. Sobre todo después de que Sevilla y Betis se hayan llevado a dos de los mejores porteros del campeonato que quedaban libres, como Marco Dimitrovic, que jugará en el Pizjuán, y Rui Silva, que lo hará en el Villamarín.
Torpedeado por la inacción del máximo accionista, Peter Lim, y por la torpeza de su presidente, Anil Murthy, el Valencia no ha hecho los deberes en la portería si pretendía deshacerse del sueldo de Cillessen. Fichar a un portero de un nivel menor al del holandés es algo que no agrada a Bordalás. Y vender a Cillessen y cerrar la portería con Jaume y Cristian Rivero, tampoco. Otro callejón sin salida.
Con Bordalás reclamando la permanencia de Cillessen en Mestalla, el escenario en la portería cambia. El Valencia cuenta con tres porteros: Cillessen, Jaume Doménech y Cristian Rivero, más otro a punto de firmar: el georgiano Giorgi Mamardashvili, que llega como portero para el filial y para asumir el rol de tercer guardameta del primer equipo.
Cuatro porteros son multitud y Bordalás deberá decidir. Según la información de Plaza Deportiva, el club le ha comunicado a Cristian Rivero que no se mueve este verano de Paterna y que cuenta con él para la temporada que viene. El de Gandía renovó el miércoles hasta 2024. La decisión respecto a Rivero implica que, cuando llegue Mamardashvili, si entra en dinámica diaria de primer equipo como se le ha prometido, Jaume Doménech pasaría a estar en una posición de debilidad y, probablemente, en el mercado porque el entrenador quiere que Cillessen se quede. El de Almenara recibiría un duro golpe si el club confirma este cambio de discurso para la portería de la temporada que viene.
La opinión de Bordalás, al que Murthy -de momento- no quiere contrariar, cuenta. El verano, en todo caso, será largo para el Valencia, que sólo ha acelerado renovando a sus niños de Paterna y en el fichaje del entrenador. Si coloca a Guedes, Maxi, Cheryshev o Diakhaby, que están en venta, será más fácil mantener el peso en el fair play de la ficha de Cillessen.