VALÈNCIA. Lo que más me gustó de la rueda de prensa de Pepe Bordalás es que tiene muy claro a que club viene y, sobre todo, cuales son los objetivos reales del Valencia. El nuevo entrenador está bien informado y al corriente de todo lo que se cuece en Mestalla. Bordalás aterriza con las ideas muy claras. Éstas pasan por recuperar la dinámica ganadora. El técnico es consciente de que nadie le va a exigir un título. Porque la afición sabe de sobra cuales son las verdaderas limitaciones del club con Peter Lim y que se ha perdido mucho terreno con respecto a otros rivales. Pero a Bordalás sí le van a exigir que su equipo compita. Y esa lucha, jornada tras jornada, es algo que el entrenador alicantino garantiza. Esa competitividad de la que hablamos se perdió el día que el Valencia ganó su última Copa del Rey.
Para recuperar la dinámica ganadora, Bordalás anunció públicamente cual será su fórmula mágica. Tal y como dijo el técnico, el primer paso será recuperar el ADN del Valencia. El entrenador evidenció inteligencia al realizar esta afirmación. Inteligencia, y también conocimiento de la centenaria historia de la entidad. Bordalás recurrió a las raíces, tiró de relato, y enseñó sus cartas. Recuperar las señas de identidad serán la clave futbolística. Creo que a día de hoy nadie le discute al técnico que el éxito del Valencia no radica en otra cosa que no ser el Valencia. Un discurso tan simple como efectivo. Por este motivo, si tanto el entrenador como el equipo son fieles a sí mismos, y parece que así será, ya se habrá empezado la temporada con buen pie.
Mucho se habla de la agresividad de los equipos de Bordalás. Por ahí es por donde llegaban las voces críticas de los que se oponían a su fichaje. Recordaban, entre otras cosas, los enfrentamientos coperos entre ambos conjuntos. Bordalás era el entrenador del Getafe. Es lógico y normal que defendiera al Getafe, de la misma manera que, a partir de ahora, lo hará con el Valencia. ¿Qué esperaban? Yo creo que esa intensidad bien encauzada se antoja ahora más que nunca necesaria. Como ya he dicho, la brecha con respecto a otros equipos, como el Sevilla, Villarreal o Real Sociedad, por ejemplo, se ha ensanchado, por lo que habrá que poner sobre el campo un plus de disputa en cada encuentro. O se le mete una marcha más a los partidos, o salir de la zona media-baja de la tabla será arduo complicado.
Ahora habrá que estar a la espera de saber qué jugadores salen y cuales son los que se quedan. Porque, en función de la configuración definitiva de la plantilla, sabremos si Bordalás se mantiene firme en cuanto a su habitual esquema táctico o si por el contrario lo modifica. Lo digo porque en los últimos partidos de Liga, el equipo se había encontrado más cómodo con el cambio de sistema que impuso Voro que el clásico 4-4-2 de la escuela valenciana. A Bordalás le va mucho más éste último. Pero el entrenador no es tonto y, si hay que cambiar, cambiará. Estoy convencido de que si es necesario modificar el estilo para que lleguen los resultados, se adaptará y jugará con lo que tenga con el único objetivo de ganar partidos. Porque si algo ha demostrado a lo largo de sus años es su ambición profesional. Y esa voluntad de querer llegar, la que tiene un tipo que ha pasado por todas las categorías del fútbol español, está también en el origen del Valencia.