VALÈNCIA. El propietario del Elche, el empresario argentino Christian Bragarnik, ha cambiado de entrenador seis veces en los poco más de tres años que lleva al frente de la entidad ilicitana.
El último entrenador en ser despedido por el agente futbolístico ha sido Pablo Machín, quien abandona el equipo como colista y a 14 puntos de la zona de permanencia.
Bragarnik tomó el control del club en diciembre de 2019, con José Rojo ‘Pacheta’ como entrenador, pero no interfirió en la política deportiva hasta agosto de 2020, cuando el equipo ilicitano, contra todo pronóstico, logró el ascenso a Primera.
Tras el éxito, el empresario decidió no prolongar el contrato de Pacheta para apostar en Primera por un técnico de su máxima confianza, su compatriota Jorge Almirón, quien fue despedido a principios de la segunda vuelta.
Bragarnik se entregó entonces a Fran Escribá, ídolo de la afición local por su pasado en la entidad, quien logró la permanencia y comenzó la siguiente temporada, hasta que una mala dinámica le condenó y fue relevado por Francisco Rodríguez.
El almeriense condujo al Elche a una plácida permanencia la pasada temporada, pero los problemas en la pretemporada y un mal arranque de curso 2022-23, con un punto de 21 posibles, aceleraron su salida.
Contra todo pronóstico, Bragarnik recurrió de nuevo a Jorge Almirón, quien apenas duró cinco partidos. Tras su destitución, a las puertas del parón por el Mundial, entró en escena Pablo Machín, cuya aventura en la entidad ilicitana apenas ha durado cuatro meses.
Además de estos entrenadores, el Elche recurrió durante esta etapa de forma puntual al secretario técnico, Sergio Mantecón, quien dirigió al equipo durante dos encuentros, y al ex entrenador del filial, Alberto Gallego, en un partido, como preparadores interinos.