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Bruno Soriano, el gran capitán pone fin a una carrera histórica de amarillo

20/07/2020 - 

VALÈNCIA. Bruno Soriano, el gran capitán del Villarreal, puso este domingo fin a su carrera deportiva con el encuentro que disputó su equipo en La Cerámica ante el Eibar tras una trayectoria desarrollada por completo en las filas del conjunto villarrealense a lo largo de catorce temporada.

Además, quizá Bruno pase a la historia del fútbol de élite por el dato con pocos precedentes de haber vuelto a jugar en el último mes tras tres años lesionado, desde mayo de 2017, en los que en muchos momentos su vuelta a los terrenos de juego pareció imposible.

Bruno (Artana, Castellón, 12 de junio de 1984) se va como el jugador más importante de la historia del Villarreal y uno de los pocos que  puede acreditar toda una carrera y una vida de amarillo.

Ahora mismo es el primero de los referentes históricos y de los jugadores que han marcado una época. Referente en el campo y fuera de él, Bruno encarna además, los valores y el trabajo que el presidente Fernando Roig ha querido en el Villarreal desde su llegada.

Canterano, Bruno ha vivido vestido de amarillo más del ochenta por ciento de las experiencias vividas por el equipo en la élite del fútbol español y deja el Villarreal como el jugador que más partidos oficiales ha disputado con su camiseta.

De su carrera destaca especialmente haberse quedado como referente tras un descenso muy duro y traumático en 2012 para convertirse en piedra fundamental del ascenso un año después. Esa fue la única vez que el capitán estuvo a un paso de no ser un hombre de club, ya que estuvo cerca de salir y fichar por el Valencia, algo que Roig truncó para apostar por Bruno como estandarte del club y jugador franquicia.

Internacional absoluto, fue el primer jugador de la provincia de Castellón que llegaba a la selección con la camiseta del Villarreal.

Sus 424 partidos oficiales con el equipo de La Cerámica se reparten en 287 de Liga, 55 de Liga Europa, 36 de Segunda División, 29 en Copa del Rey, 10 con la selección y uno de Copa Intertoto.

Debutó en Mallorca el 1 de octubre de 2006 de la mano de Manuel Pellegrini, al entrar al campo en el minuto 64 para sustituir a Alessio Tachinardi y tras un primer año en el que solo jugó cinco partidos, Bruno logró ser un fijo la siguiente campaña en la que ya jugó 31 partidos.

Desde el primer día ya mostró una gran afinidad con otro de los referentes del club, el hispano-brasileño Marcos Senna, pieza importante en su carrera, ya que Bruno fue sin duda el heredero de Senna en todo, tanto en el campo como fuera, hasta convertirse en el jugador que le ha mejorado en todos los registros.

Tras sus primeras temporadas con Pellegrini, el gran salto de Bruno llegó con Ernesto Valverde en la campaña 09-10, cuando sobre él empieza a girar el juego del equipo.

Con Valverde y después con Juan Carlos Garrido, Bruno es ya el jugador franquicia de un equipo que maneja defensiva y ofensivamente, lo que le llevó a debutar con la selección en agosto de 2010 y de la mano de Vicente del Bosque en un amistoso entre España y México.

Tras unos años a la sombra de Josico o Senna, el centrocampista de Artana dio un paso adelante vital para convertirse en un jugador constante y mucho más sacrificado en el trabajo defensivo. Destacó por su capacidad para estar siempre bien ubicado y listo en la presión, Aunque su gran virtud ha sido su pierna izquierda y su facilidad para hacer llegar la pelota a las zonas de peligro y con ventaja para sus compañeros.

Su carrera futbolista está marcada por un episodio curioso, ya que tras jugar con el juvenil y el amateur amarillo, decidió salir del club a principios de la década pasada. Bruno deja el fútbol base amarillo, para ponerse a trabajar en una cantera con su padre, además de comenzar a jugar con sus amigos en el equipo de Artana en Regional Preferente.

Entonces el Villarreal decidió recuperarlo para su filial y tras ese regreso en la temporada 03-04, Bruno jugó dos temporadas con ese equipo para dar el salto en la temporada 2006-07.

De su carrera no se pueden olvidar las lesiones y el calvario vivido en la recta final, al sumar tres años sin jugar. Lo que debía ser una operación simple para solventar unos problemas de dolor en la tibia, se convirtió en una pesadilla.

La extirpación del osteofito en tuberosidad anterior tibial dejó a Bruno con un dolor que lo incapacitaba para practicar deporte, pero  tras tres años de médicos, pruebas y terapias, el futbolista logró volver a jugar hace algo menos de un mes.

Para Bruno era vital demostrarse que había vencido a la lesión, pero la edad y el desgaste, tanto físico como mental, le han hecho decir basta catorce años después de su debut.