VALÈNCIA. Tras el último partido de pretemporada en Vitoria, Rubén Burgos analizaba toda la fase de preparación del equipo. Un total de seis partidos con un balance de cuatro victorias (Clarinos Tenerife, Cadí La Seu, Casademont Zaragoza y Hozono Global Jairis) y dos derrotas (MKS Polkowice y Kutxabank Araski), marcados por las ausencias por molestias físicas en buena parte de las jugadoras.
El técnico comenzaba comentando que “terminamos una pretemporada muy atípica y complicada, donde habíamos conseguido tener un gran número de amistosos. Cosa que habíamos pensado que nos iba a venir muy bien, pero las lesiones, las bajas y las molestias han marcado el día a día del equipo desde el primer momento. Algunas jugadoras no llegaron aptas para entrenar y otras han sufrido las típicas molestias de los inicios y de las vueltas al trabajo”.
Pese a todo, el entrenador añadía que “donde sí ha servido es para el grupo de jugadoras jóvenes, que creo que se han desarrollado las que han podido estar aptas para disputar minutos y apara trabajar en el día a día, junto a las cuatro o cinco jugadoras de la primera plantilla que sí han estado desde la primera semana en el trabajo físico, técnico y táctico”. En el último enfrentamiento solo pudo contar del primer equipo con Cristina Ouviña, Raquel Carrera, Marie Gülich y Lauren Cox.
Burgos concluía “como valoración creo que el equipo no hemos podido evolucionar ni construirnos todo lo que querríamos por ese día a día no tan bueno como nos hubiera gustado con las jugadoras aptas. Pero sí que hemos creado nuestra identidad de ser fuertes desde la defensa, de evolucionar el juego ofensivo adaptando a la nueva jugadora Lauren Cox a nuestros esquemas y aprovechando sus virtudes de juego abierto. Además, ir introduciendo a las jugadoras de Alqueria que van a ayudar en la rotación. Las interiores sí que han podido trabajar con regularidad. Lástima que Laia Lamana y Elena Buenavida también por molestias musculares se hayan perdido las últimas semanas de trabajo”.