VALÈNCIA. La surfista valenciana Mireia Cabañes expresó que la plata lograda en el reciente Campeonato del Mundo de surf adaptado celebrado en Pismo Beach (California) le da fuerzas para esforzarse al máximo en 2023 y que el oro no se le escape en los últimos segundos, como le ha sucedido esta vez.
“La final fue súper interesante porque fui ganando toda la manga y en los últimos tres segundos mi rival (la española María Martín-Granizo) cogió una ola y me ‘levantó’ el oro. Estuvimos tres minutos en la orilla esperando que clasificaran esa última ola y al final ganó ella y yo me he quedado siendo subcampeona del mundo, que no está nada mal”, dijo en una entrevista con la Agencia EFE.
Cabañes, de 35 años, se mostró contenta “de traer la plata a la ‘terreta’” y reiteró que disfrutó mucho la final e incluso calificó ese final en el que perdió el título de gracioso, divertido y como una buena forma de darle una lección de que no debe bajar la guardia hasta el último segundo.
“La primera prueba me fue fatal, tanto María como yo somos competitivas y, aunque nos llevemos bien, hay tensión. En la primera fase me desconcentré porque nos dan órdenes varias personas y salí del agua súper frustrada, pero me sirvió para entrar con el chip cambiado y con el objetivo de ganar porque sabía que tenía posibilidades”, recordó.
“He aprendido un montón, vuelvo a casa con muchísimas ganas de entrenar y me he dado cuenta de que tengo que entrenar bastante físico a nivel muscular y hacer una buena rehabilitación porque durante el campeonato he tenido mucho dolor y he tenido que ir tres veces al fisioterapeuta, pero vamos aguantando y avanzando”, explicó.
La deportista valenciana comenzó a practicar surf hace poco más de un año y manifestó que, si le llegan a contar que sería subcampeona mundial hace 365 días, no se lo hubiera creído.
“Me habría reído y diría que, seguramente, ni de broma, aunque sé que los imposibles existen y lucharía muchísimo por ello. Veía un resultado bastante complicado de conseguir porque el año pasado estaba en una categoría que no me pertenencia y el nivel era altísimo, este año estoy en la categoría que más se asemeja a mi patología (stand 3)”, apuntó.
Además, Cabañes contó que durante su estancia se ha sentido mucho más a gusto y feliz que el año pasado porque iba mucho más tranquila, ya sabía a lo que iba, y además contaban con un equipo técnico y de voluntarios que "es imposible superar".
“Tanto en el agua como en casa hemos estado muy bien cuidados, no nos ha faltado atención ninguna, se han desvivido por nosotros y no nos hemos tenido que ocupar prácticamente de nada, solo de saltar al agua a competir”, agregó.
Por último, Cabañes deseó que el surf adaptado siga creciendo con una apuesta del Consejo Superior de Deportes y, sobre todo, que ahora en enero se convierta en paralímpico porque a nivel de selección necesitan concentraciones y entrenamientos para mejorar.
“Nos costó muchísimo llegar al Mundial porque el equipo no tenía recursos, algunos deportistas hemos tenido que poner dinero para llegar hasta aquí. Cada vez los costes aumentan y necesitamos empresas que nos apoyen tanto individualmente como en equipo”, finalizó.